La Santa Comunión
Meditación:
El Sacrificio de la Misa no se limita a ser un mero ritual en recuerdo del Sacrificio del Calvario. En él, por ministerio sacerdotal, Cristo continua de manera incruenta el Sacrificio de la Cruz hasta el final del mundo. La Eucaristía es también comida, que nos recuerda la Ultima cena, celebra nuestra fraternidad en Cristo y anticipa ya el banquete mesiánico del Reino de los Cielos.
Jesús se hace El mismo alimento de nuestras almas, el Pan de Vida. Se ofrece a Sí mismo como Sacrificio en la Cruz. En la Sagrada Comunión participamos del Cuerpo que fue entregado a la muerte por nosotros, y de la Sangre que se derramó para nuestra salvación. Este sagrado banquete nos recuerda lo que sucedió en la Ultima Cena, cuando Jesús mandó a sus apóstoles a hacer lo mismo en memoria de Él.
Comulgar en la Misa es comer el Cuerpo del Señor que nos alimenta con la vida de Dios y nos une a Jesús y entre nosotros mismos. Atrayéndonos a la unión con Jesús, nuestro Padre celestial nos acerca más entre nosotros, porque participamos de la vida de Cirsto en cuanto Dios por medio de su gracia. La Sagrada Eucaristía es signo de unidad y amor que nos estrecha con Jesús y a unos con otros. Además nos da la gracia que necesitamos para que ese amor sea fuerte y sincero.
La Sagrada Comunión nos da ya una parte del banquete de Cristo en el Reino de los Cielos, porque es el mismo hijo de Dios hecho Hombre quien se unirá a nosotros en gozo para siempre en el Cielo. Jesús prometió que también nuestro cuerpo disfrutará algún día de su presencia. Él dijo: "El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitare el último día" (Jn 6, 54). La comida que Dios Padre nos ha preparado nos dispone a participar en aquella comunión espiritual con Jesús y su Padre.
En la Eucaristía, Jesús mismo, Pan de vida, se da como alimento a los cristianos para que sean pueblo más agradable al Padre, con mayor amor a Dios y al prójimo.
La Santa Comunión es Cristo mismo, bajo las especies de pan y vino, que se unen al cristiano para alimentar su alma. Dijo el Señor: "Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar es mi carne por la vida del mundo".(Jn 6,51)
La Santa Comunión nos ayuda a amar más a Dios por la gracia divina que aumenta en nuestras almas. La misma gracia nos ayuda a amar a los demás por amor de Dios. Jesús nos fortalece con la gracia actual y sacramental, para que superemos la tentación y no pequemos contra Dios ni contra el prójimo. Solo con la ayuda de su gracia podemos verdaderamente vivir vida de caridad y cumplir el mayor de sus mandamientos. Por eso, la Eucaristía es Sacramento de unidad, pues une a los fieles más con Dios y entre sí mismos. Comiendo el Cuerpo del Señor estamos aumentando nuestra unión con Dios y con los demás. Dice San Pablo: Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan" (1 Cor 10,17).
La Palabra de Dios
" Yo soy la vid;
Vosotros los sarmientos.
El que permanece en mi y yo en él,
Ese da mucho fruto;
Porque separados de mi no podéis hacer nada."
Jn 15,5
"En verdad, en verdad os digo:
si no coméis la carne del Hijo del hombre,
y no bebéis su sangre,
no tenéis vida en vosotros."
Jn 5,53
"y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mi;
la vida que vivo al presente en la carne,
la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó
y se entrego a sí mismo por mí."
Gal 2,20
"Porque donde esté vuestro tesoro,
allí estará también vuestro corazón."
Lc 12,34
Oración propia de la Novena
Jesús, mi amigo en la Eucaristía, acepta esta novena de la Santa Comunión que estoy haciendo para acercarme más a tu Sagrado Corazón con el amor más sincero. Si es así tu voluntad, concédeme la gracia particular por la que ahora estoy haciendo esta novena (Mencione el favor que desea).
Jesús, Tu has dicho: "Pedid y se os dará; buscad y hallareis; llamad se os abrirá". (Mt. 7,7). Por intercesión de tu Santísima Madre, yo pido, yo busco, yo llamo; por favor concede mi plegaria.
Jesús, tu has dicho: "lo que pidáis al Padre os lo dará en mi nombre." (Jn.16,23).
Por intercesión de tu Santísima Madre, nuestra Señora del Santísimo Sacramento, pido al Padre en tu nombre que me conceda lo que deseo.
Jesús, Tu has dicho: " Si permaneceis en mi, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que querais y lo conseguireis. (Jn 15,7). Por intercesión de tu Santa Madre, nuestra Señora del Santísimo Sacramento, concedeme lo que te pido pues quiero vivir en Ti por la Comunión frecuente.
Señor yo creo que para conseguir lo que deseo no puedo hacer nada mejor que asistir a la Santa Misa y unirme a ti por la Santa Comunión, que eres tu, fuente de toda gracia.
Cuando estas real y verdaderamente presente en mi alma, como Dios y Hombre, tengo la mayor confianza, pues tu quieres ayudarme, porque eres la misma Bondad. Tu sabes como ayudarme, porque eres la misma sabiduría. Tu puedes ayudarme, porque eres todopoderoso. Sacratísimo Corazón de Jesús, yo creo en el amor que me tienes.
Jesús, como prueba de mi más sincera gratitud prometo recibirte en la Santa Comunión con la mayor frecuencia que pueda asistiendo a la Misa. Que yo te ame en la Sagrada Eucaristía como mi mayor tesoro en la tierra. Los efectos de la comunión frecuente me ayuden a servirte con mayor fidelidad para salvar mi alma y estar contigo eternamente en el cielo.
Amén.