Misa Diaria y Lecturas

¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.

Domingo 1 de noviembre de 2020

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Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.

El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

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Todos los Santos (Solemnidad)

Gloria – Creed

Primera Lectura

Apocalipsis 7:2-4, 9-14

2Y vi a otro ángel que subía del oriente, y llevaba el sello de Dios vivo. Con voz fuerte gritó a los cuatro ángeles a los que se les había encargado hacer daño a la tierra y al mar,
3diciéndoles:
—¡No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en la frente a los siervos de nuestro Dios!
4Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.
9Después de esto, en la visión, apareció una gran multitud que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie ante el trono y ante el Cordero, vestidos con túnicas blancas, y con palmas en las manos,
10que gritaban con fuerte voz:
—¡La salvación viene de nuestro Dios, que se sienta sobre el trono, y del Cordero!
11Y todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivos, y cayeron sobre sus rostros ante el trono y adoraron a Dios,
12diciendo:
—Amén. La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza pertenecen a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
13Entonces uno de los ancianos intervino y me dijo:
—Éstos que están vestidos con túnicas blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?
14—Señor mío, tú lo sabes —le respondí yo.
Y me dijo: —Éstos son los que vienen de la gran tribulación, los que han lavado sus túnicas y las han blanqueado con la sangre del Cordero.

Salmo Responsorial

Salmo 24:1-6

1De David. Salmo.
Del Señor es la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y los que lo habitan.
2Él la cimentó sobre los mares
y la asentó sobre los ríos.
3¿Quién podrá subir al monte del Señor?
¿Quién podrá estar en su lugar santo?
4El de manos inocentes
y de corazón puro, el que no dirige su alma a la vanidad, ni jura en falso.
5Él recibirá la bendición del Señor,
y la justificación de Dios, su Salvador.
6Tal es la estirpe de quienes le buscan,
de los que buscan tu rostro, Dios de Jacob.

Segunda Lectura

1 Juan 3:1-3

1Mirad qué amor tan grande nos ha mostrado el Padre: que nos llamemos hijos de Dios, ¡y lo somos! Por eso el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.
2Queridísimos: ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como es.
3Todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica para ser como él, que es puro.

Evangelio

Mateo 5:1-12

1Al ver Jesús a las multitudes, subió al monte; se sentó y se le acercaron sus discípulos;
2y abriendo su boca les enseñaba diciendo:
3—Bienaventurados los pobres de espíritu, porque suyo es el Reino de los Cielos.
4»Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados.
5»Bienaventurados los mansos, porque heredarán la tierra.
6»Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque quedarán saciados.
7»Bienaventurados los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia.
8»Bienaventurados los limpios de corazón, porque verán a Dios.
9»Bienaventurados los pacíficos, porque serán llamados hijos de Dios.
10»Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque suyo es el Reino de los Cielos.
11»Bienaventurados cuando os injurien, os persigan y, mintiendo, digan contra vosotros todo tipo de maldad por mi causa.
12Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo: de la misma manera persiguieron a los profetas de antes de vosotros.