Misa Diaria y Lecturas

¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.

Lunes 16 de mayo de 2022

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Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.

El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

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Santa Margarita de Cortona, III Order (Memoria)

Primera Opción
Segunda Opción

Primera Lectura

Hechos 14:5-18

5Como se produjo un violento movimiento de gentiles y de judíos, con sus jefes, para injuriarles y apedrearles,
6al enterarse, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a la región de alrededor.
7Y allí anunciaban el Evangelio.
8En Listra se hallaba sentado un hombre inválido de los pies, cojo desde el seno materno, que jamás había caminado.
9Éste escuchó hablar a Pablo, el cual le miró fijamente y, viendo que tenía fe para ser salvado,
10dijo con fuerte voz:
—¡Ponte de pie! ¡Derecho! Él dio un salto y empezó a caminar.
11La muchedumbre, al ver lo que Pablo había hecho, levantó la voz diciendo en licaónico:
—Los dioses han bajado hasta nosotros en forma humana.
12Y llamaban a Bernabé Zeus y Hermes a Pablo, porque éste era el que llevaba la palabra.
13Entonces el sacerdote del templo de Zeus que estaba situado a la entrada de la ciudad, acompañado de la gente, trajo toros y guirnaldas ante las puertas y pretendía ofrecerles un sacrificio.
14Cuando los apóstoles Bernabé y Pablo lo oyeron, se rasgaron la ropa y corrieron hacia la multitud
15diciendo a voces:
—¡Hombres!, ¿qué es lo que hacéis? También nosotros somos hombres mortales como vosotros y os predicamos que os convirtáis de estas cosas falsas al Dios vivo, el que hizo el cielo y la tierra y el mar y cuanto hay en ellos;
16que en las generaciones pasadas permitió que cada nación siguiera su propio camino;
17aunque Él no ha dejado de dar testimonio de Sí mismo, derramando bienes al enviaros desde el cielo lluvias y estaciones repletas de fruto, y llenándoos de alimento y de alegría el corazón.
18Con estas palabras, a duras penas disuadieron a la multitud de ofrecerles sacrificios.

Salmo Responsorial

Salmo 115:1-4, 15-16

1No a nosotros, Señor, no a nosotros,
sino a tu Nombre da la gloria, por tu misericordia, por tu fidelidad.
2¿Por qué han de decir las naciones:
«Dónde está su Dios»?
3Nuestro Dios está en los cielos.
Cuanto le agrada, lo hace.
4Los ídolos de las naciones son plata y oro,
hechura de manos humanas.
15Benditos seáis del Señor,
que hizo los cielos y la tierra.
16Los cielos son los cielos del Señor;
la tierra se la dio a los hijos de Adán.

Evangelio

Juan 14:21-26

21El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama. Y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y yo mismo me manifestaré a él.
22Judas, no el Iscariote, le dijo:
—Señor, ¿y qué ha pasado para que tú te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?
23Jesús le respondió:
—Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
24El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que escucháis no es mía sino del Padre que me ha enviado.
25Os he hablado de todo esto estando con vosotros;
26pero el Paráclito, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todo y os recordará todas las cosas que os he dicho.
From the Franciscan Lectionary

Primera Lectura

Ezequiel 18:21-23, 27-28

21»Pero si el impío se convierte de todos los pecados que cometió, guarda todos mis preceptos y obra justicia y derecho, ciertamente vivirá, no morirá.
22No le será recordado ninguno de los delitos que cometió. Vivirá por la justicia que ha practicado.
23¿Acaso me agrada la muerte del impío, oráculo del Señor Dios, y no que se convierta de sus caminos y viva?
27Y si el impío se aparta de la impiedad que había obrado y hace justicia y derecho, él mismo se dará la vida.
28Si se arrepiente y se aparta de todos los delitos que había cometido, ciertamente, vivirá, no morirá.

Salmo Responsorial

Salmo 103:1-4, 8, 10-12

1De David.
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su Nombre santo.
2Bendice, alma mía, al Señor,
no olvides ninguno de sus beneficios.
3Él es quien perdona tus culpas,
quien sana tus enfermedades.
4Quien rescata tu vida de la fosa,
quien te corona de misericordia y compasión.
8El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en misericordia.
10No nos trata según nuestros pecados,
ni nos paga según nuestras culpas.
11Pues cuanto se elevan los cielos sobre la tierra,
así prevalece su misericordia con los que le temen.
12Cuanto dista el oriente del occidente,
así aleja de nosotros nuestras iniquidades.

Evangelio

Lucas 15:1-10

1Se le acercaban todos los publicanos y pecadores para oírle.
2Pero los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
—Éste recibe a los pecadores y come con ellos.
3Entonces les propuso esta parábola:
4—¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y sale en busca de la que se perdió hasta encontrarla?
5Y, cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso,
6y, al llegar a casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: «Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me perdió».
7Os digo que, del mismo modo, habrá en el cielo mayor alegría por un pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de conversión.
8»¿O qué mujer, si tiene diez dracmas y pierde una, no enciende una luz y barre la casa y busca cuidadosamente hasta encontrarla?
9Y cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas y les dice: «Alegraos conmigo, porque he encontrado la dracma que se me perdió».
10Así, os digo, hay alegría entre los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.