Misa Diaria y Lecturas
¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.
Viernes 23 de septiembre de 2022
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Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.
El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».
San Pío de Pietrelcina, Presbítero (Memoria)
Primera Opción
Segunda Opción
Primera Lectura
Eclesiastés 3:1-11
1Todo tiene su momento y hay un tiempo para cada cosa bajo el cielo:
2tiempo de nacer y tiempo de morir,
tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado,
tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado,
3tiempo de matar y tiempo de curar,
tiempo de derruir y tiempo de construir,
tiempo de derruir y tiempo de construir,
4tiempo de llorar y tiempo de reír,
tiempo de llevar luto y tiempo de bailar,
tiempo de llevar luto y tiempo de bailar,
5tiempo de tirar piedras y tiempo de recoger piedras,
tiempo de abrazar y tiempo de dejarse de abrazos,
tiempo de abrazar y tiempo de dejarse de abrazos,
6tiempo de buscar y tiempo de perderse,
tiempo de guardar y tiempo de desechar,
tiempo de guardar y tiempo de desechar,
7tiempo de rasgar y tiempo de coser,
tiempo de callar y tiempo de hablar,
tiempo de callar y tiempo de hablar,
8tiempo de amar y tiempo de odiar,
tiempo de guerra y tiempo de paz.
tiempo de guerra y tiempo de paz.
9¿Qué ventaja saca el que hace su trabajo?
10He visto la labor que Dios encomendó a los hombres para que se ocupasen de ella.
11Todo lo hizo bien y a su tiempo, y les dio el mundo para que lo ponderaran en su corazón, aunque el hombre no llega a descubrir por completo la obra que hizo Dios.
Salmo Responsorial
Salmo 144:1-4
1De David.
Bendito sea el Señor, mi Roca, que adiestra mis manos para la batalla, mis dedos, para la guerra.
Bendito sea el Señor, mi Roca, que adiestra mis manos para la batalla, mis dedos, para la guerra.
2Misericordia mía, fortaleza mía,
mi alcázar y mi libertador; mi escudo con el que me protejo, el que me somete los pueblos.
mi alcázar y mi libertador; mi escudo con el que me protejo, el que me somete los pueblos.
3Señor, ¿qué es el hombre para que de él te cuides,
el hijo del hombre para que en él pienses?
el hijo del hombre para que en él pienses?
4El hombre es como un soplo,
sus días, como sombra que pasa.
sus días, como sombra que pasa.
Evangelio
Lucas 9:18-22
18Cuando estaba haciendo oración a solas, y se encontraban con él los discípulos, les preguntó:
—¿Quién dicen las gentes que soy yo?
—¿Quién dicen las gentes que soy yo?
19Ellos respondieron:
—Juan el Bautista. Pero otros que Elías, y otros que ha resucitado uno de los antiguos profetas.
—Juan el Bautista. Pero otros que Elías, y otros que ha resucitado uno de los antiguos profetas.
20Pero él les dijo:
—Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Respondió Pedro: —El Cristo de Dios.
—Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Respondió Pedro: —El Cristo de Dios.
21Pero él les amonestó y les ordenó que no dijeran esto a nadie.
22Y añadió que el Hijo del Hombre debía padecer mucho y ser rechazado por causa de los ancianos, de los príncipes de los sacerdotes y de los escribas, y ser llevado a la muerte y resucitar al tercer día.
Optional Readings
Primera Lectura
Jeremías 9:22-23
22Esto dice el Señor:
«No se jacte el sabio de su sabiduría, ni se jacte el fuerte de su fuerza, ni se jacte el rico de su riqueza,
«No se jacte el sabio de su sabiduría, ni se jacte el fuerte de su fuerza, ni se jacte el rico de su riqueza,
23quien quiera jactarse que se jacte de esto:
de tener inteligencia y conocerme, que Yo soy el Señor, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra, porque en esto me complazco» —oráculo del Señor—.
de tener inteligencia y conocerme, que Yo soy el Señor, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra, porque en esto me complazco» —oráculo del Señor—.
Salmo Responsorial
Salmo 15:1-2, 5, 7-8, 11
1Salmo. De David.
Señor, ¿quién puede morar en tu Tienda? ¿Quién puede habitar en tu monte santo?
Señor, ¿quién puede morar en tu Tienda? ¿Quién puede habitar en tu monte santo?
2El que camina con integridad,
el que practica la justicia, el que habla con corazón sincero,
el que practica la justicia, el que habla con corazón sincero,
5el que no presta a usura su dinero,
ni acepta soborno contra el inocente. El que obra así no vacilará jamás.
ni acepta soborno contra el inocente. El que obra así no vacilará jamás.
Evangelio
Mateo 11:25-30
25En aquella ocasión Jesús declaró:
—Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños.
—Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños.
26Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
27Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.
28»Venid a mí todos los fatigados y agobiados, y yo os aliviaré.
29Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas:
30porque mi yugo es suave y mi carga es ligera.
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