Misa Diaria y Lecturas
¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.
Jueves 6 de julio de 2023
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El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

Santa María Goretti, Virgen, Mártir (Memoria Libre)
Primera Opción
Segunda Opción
Primera Lectura
Génesis 22:1-19
1Después de estos sucesos, Dios puso a prueba a Abrahán. Y le llamó:
—¡Abrahán! Éste respondió: —Aquí estoy.
—¡Abrahán! Éste respondió: —Aquí estoy.
2Entonces le dijo:
—Toma a tu hijo, a tu único hijo, al que tú amas, a Isaac, y vete a la región de Moria. Allí lo ofrecerás en sacrificio, sobre un monte que yo te indicaré.
—Toma a tu hijo, a tu único hijo, al que tú amas, a Isaac, y vete a la región de Moria. Allí lo ofrecerás en sacrificio, sobre un monte que yo te indicaré.
3Muy de mañana Abrahán se levantó, aparejó su asno, se llevó consigo a dos siervos y a su hijo Isaac, cortó la leña del sacrificio, se puso en camino y se dirigió al lugar que le había dicho Dios.
4Al tercer día, Abrahán alzó la vista y divisó el lugar a lo lejos.
5Entonces dijo Abrahán a sus siervos:
—Quedaos aquí con el asno mientras el muchacho y yo vamos hasta allí para adorar a Dios; luego volveremos con vosotros.
—Quedaos aquí con el asno mientras el muchacho y yo vamos hasta allí para adorar a Dios; luego volveremos con vosotros.
6Tomó Abrahán la leña del sacrificio y se la cargó a su hijo Isaac, mientras él llevaba en la mano el fuego y el cuchillo; y se pusieron en marcha los dos juntos.
7Isaac dijo a su padre Abrahán:
—¡Padre! Él respondió: —Sí, hijo mío. Y el muchacho preguntó: —Aquí está el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el sacrificio?
—¡Padre! Él respondió: —Sí, hijo mío. Y el muchacho preguntó: —Aquí está el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el sacrificio?
8Respondió Abrahán:
—Dios proveerá el cordero para el sacrificio, hijo mío. Caminando juntos
—Dios proveerá el cordero para el sacrificio, hijo mío. Caminando juntos
9llegaron al lugar que Dios le había dicho; construyó allí Abrahán el altar y colocó la leña; luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar encima de la leña.
10Abrahán alargó la mano y empuñó el cuchillo para inmolar a su hijo.
11Pero entonces el ángel del Señor le llamó desde el cielo:
—¡Abrahán, Abrahán! Él contestó: —Aquí estoy.
—¡Abrahán, Abrahán! Él contestó: —Aquí estoy.
12Y Dios le dijo:
—No extiendas tu mano hacia el muchacho ni le hagas nada, pues ahora he comprobado que temes a Dios y no me has negado a tu hijo, a tu único hijo.
—No extiendas tu mano hacia el muchacho ni le hagas nada, pues ahora he comprobado que temes a Dios y no me has negado a tu hijo, a tu único hijo.
13Abrahán levantó la vista y vio detrás un carnero enredado en la maleza por los cuernos. Fue Abrahán, tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en vez de su hijo.
14Abrahán llamó a aquel lugar «El Señor provee», tal como se dice hoy: «en la montaña del Señor provee».
15El ángel del Señor llamó por segunda vez a Abrahán desde el cielo
16y le dijo:
—Juro por mí mismo, oráculo del Señor, que por haber hecho una cosa así, y no haberme negado a tu hijo, a tu único hijo,
—Juro por mí mismo, oráculo del Señor, que por haber hecho una cosa así, y no haberme negado a tu hijo, a tu único hijo,
17te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena de las playas; y tu descendencia se adueñará de las ciudades de sus enemigos.
18En tu descendencia serán bendecidos todos los pueblos de la tierra porque has obedecido mi voz.
19Abrahán volvió al lado de sus criados; emprendieron la marcha y fueron todos juntos a Berseba; y Abrahán residió en Berseba.
Salmo Responsorial
Salmo 115:1-6, 8-9
1No a nosotros, Señor, no a nosotros,
sino a tu Nombre da la gloria, por tu misericordia, por tu fidelidad.
sino a tu Nombre da la gloria, por tu misericordia, por tu fidelidad.
2¿Por qué han de decir las naciones:
«Dónde está su Dios»?
«Dónde está su Dios»?
3Nuestro Dios está en los cielos.
Cuanto le agrada, lo hace.
Cuanto le agrada, lo hace.
4Los ídolos de las naciones son plata y oro,
hechura de manos humanas.
hechura de manos humanas.
5Tienen boca y no hablan,
tienen ojos y no ven;
tienen ojos y no ven;
6tienen oídos y no oyen,
tienen nariz y no huelen;
tienen nariz y no huelen;
8Sean como ellos quienes los hacen,
todos los que en ellos confían.
todos los que en ellos confían.
9Casa de Israel, confía en el Señor:
Él es su auxilio y su escudo.
Él es su auxilio y su escudo.
Evangelio
Mateo 9:1-8
1Subió a una barca, cruzó de nuevo el mar y llegó a su ciudad.
2Entonces, le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico:
—Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados.
—Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados.
3Entonces algunos escribas dijeron para sus adentros: «Éste blasfema».
4Conociendo Jesús sus pensamientos, dijo:
—¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
—¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
5¿Qué es más fácil, decir: «Tus pecados te son perdonados», o decir: «Levántate, y anda»?
6Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar los pecados —se dirigió entonces al paralítico—, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
7Él se levantó y se fue a su casa.
8Al ver esto, la gente se atemorizó y glorificó a Dios por haber dado tal potestad a los hombres.
Primera Lectura
1 Corintios 6:13-15, 17-20
13«La comida para el vientre, y el vientre para la comida». Pero Dios destruirá lo uno y lo otro. Por otra parte, el cuerpo no es para la fornicación sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.
14Y Dios, que resucitó al Señor, también nos resucitará a nosotros por su poder.
15¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Voy, entonces, a tomar los miembros de Cristo para hacerlos miembros de una meretriz? ¡De ninguna manera!
17En cambio, el que se une al Señor se hace un solo espíritu con él.
18Huid de la fornicación. Todo pecado que un hombre comete queda fuera de su cuerpo; pero el que fornica peca contra su propio cuerpo.
19¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?
20Habéis sido comprados mediante un precio. Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo.
Salmo Responsorial
Salmo 31:3-4, 6, 8, 16-17
3Inclina tu oído hacia mí,
date prisa en socorrerme. Sé para mí la roca de refugio, el alcázar firme de mi salvación;
date prisa en socorrerme. Sé para mí la roca de refugio, el alcázar firme de mi salvación;
4porque Tú eres mi peña, mi fortaleza:
por honor de tu Nombre, dirígeme y guíame;
por honor de tu Nombre, dirígeme y guíame;
6En tus manos encomiendo mi espíritu:
Tú, Señor, Dios fiel, me has rescatado.
Tú, Señor, Dios fiel, me has rescatado.
8Me alegraré y me gozaré en tu misericordia,
pues te has fijado en mi miseria, has comprendido la angustia de mi alma,
pues te has fijado en mi miseria, has comprendido la angustia de mi alma,
16Mi suerte está en tu mano;
líbrame de la garra de mis enemigos y de mis perseguidores.
líbrame de la garra de mis enemigos y de mis perseguidores.
17Haz brillar tu rostro sobre tu siervo;
por tu misericordia, sálvame.
por tu misericordia, sálvame.
Evangelio
Juan 12:24-26
24En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no muere al caer en tierra, queda infecundo; pero si muere, produce mucho fruto.
25El que ama su vida la perderá, y el que aborrece su vida en este mundo, la guardará para la vida eterna.
26Si alguien me sirve, que me siga, y donde yo estoy allí estará también mi servidor. Si alguien me sirve, el Padre le honrará.