Misa Diaria y Lecturas

¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.

Miércoles 25 de diciembre de 2024

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Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.

El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

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Natividad del Señor (Solemnidad)

Gloria – Creed w genuflection
medianoche
la aurora
del día
Midnight Mass: Proclamation of the Birth of Christ

Primera Lectura

Isaías 9:1-6

1El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz;
a los que habitaban en tierra de sombras de muerte, les ha brillado una luz.
2Multiplicaste el gozo,
aumentaste la alegría. Se alegran en tu presencia con la alegría de la siega, como se gozan al repartirse el botín.
3Porque el yugo que los cargaba,
la vara de su hombro, el cetro que los oprimía, los quebraste como en el día de Madián.
4Pues toda bota militar que taconea con estrépito,
y todo manto restregado en sangre, están destinados a arder, a ser pasto del fuego.
5Porque un niño nos ha nacido,
un hijo se nos ha dado. Sobre sus hombros está el imperio, y lleva por nombre: Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre sempiterno, Príncipe de la paz.
6El imperio será engrandecido,
y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para sostenerlo y consolidarlo con el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos lo hará.

Salmo Responsorial

Salmo 96:1-3, 11-13

1Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, la tierra entera.
2Cantad al Señor, bendecid su Nombre,
anunciad, día tras día, su salvación.
3Proclamad su gloria a las naciones,
sus maravillas a todos los pueblos.
11Alégrense los cielos y exulte la tierra,
brame el mar y cuanto lo llena;
12que se gocen los campos y cuanto hay en ellos.
Entonces exultarán todos los árboles del bosque
13ante el Señor, que ya viene,
que viene a juzgar la tierra: juzgará al mundo con justicia y a los pueblos con rectitud. 

Segunda Lectura

Tito 2:11-14

11Pues se ha manifestado la gracia de Dios, portadora de salvación para todos los hombres,
12educándonos para que renunciemos a la impiedad y a las concupiscencias mundanas, y vivamos con prudencia, justicia y piedad en este mundo,
13aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo,
14que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y para purificar para sí un pueblo escogido, celoso por hacer el bien.

Evangelio

Lucas 2:1-14

1En aquellos días se promulgó un edicto de César Augusto, para que se empadronase todo el mundo.
2Este primer empadronamiento se hizo cuando Quirino era gobernador de Siria.
3Todos iban a inscribirse, cada uno a su ciudad.
4José, como era de la casa y familia de David, subió desde Nazaret, ciudad de Galilea, a la ciudad de David llamada Belén, en Judea,
5para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.
6Y cuando ellos se encontraban allí, le llegó la hora del parto,
7y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el aposento.
8Había unos pastores por aquellos contornos, que dormían al raso y vigilaban por turno su rebaño durante la noche.
9De improviso un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de luz. Y se llenaron de un gran temor.
10El ángel les dijo:
—No temáis. Mirad, voy a anunciaros una gran alegría, que lo será para todo el pueblo:
11hoy os ha nacido, en la ciudad de David, el Salvador, que es el Cristo, el Señor;
12y esto os servirá de señal: encontraréis a un niño envuelto en pañales y reclinado en un pesebre.
13De pronto apareció junto al ángel una muchedumbre de la milicia celestial, que alababa a Dios diciendo:
14«Gloria a Dios en las alturas
y paz en la tierra a los hombres en los que Él se complace».

Primera Lectura

Isaías 62:11-12

11Mirad, el Señor se hace oír hasta los confines de la tierra:
«Decid a la hija de Sión: “Mira que llega tu salvador, mira que trae su recompensa, y su premio va por delante”.
12Y los llamarán: “Pueblo santo”,
“Redimidos del Señor”. Y a ti te llamarán: “Buscada”, “Ciudad–no–Abandonada”».

Salmo Responsorial

Salmo 97:1, 6, 11-12

1El Señor reina: exulte la tierra,
alégrense las islas incontables.
6Los cielos anuncian su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria.
11La luz ha sido esparcida para el justo,
la alegría, para los rectos de corazón.
12Alegraos, justos, en el Señor,
celebrad su memoria santa. 

Segunda Lectura

Tito 3:4-7

4Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres,
5nos salvó, no por las obras justas que hubiéramos hecho nosotros, sino por su misericordia, mediante el baño de la regeneración y de la renovación en el Espíritu Santo,
6que derramó copiosamente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador,
7para que, justificados por su gracia, fuéramos herederos de la vida eterna que esperamos.

Evangelio

Lucas 2:15-20

15Cuando los ángeles les dejaron, marchándose hacia el cielo, los pastores se decían unos a otros:
—Vayamos a Belén para ver esto que ha ocurrido y que el Señor nos ha manifestado.
16Y fueron presurosos y encontraron a María y a José y al niño reclinado en el pesebre.
17Al verlo, reconocieron las cosas que les habían sido anunciadas sobre este niño.
18Y todos los que lo oyeron se maravillaron de cuanto los pastores les habían dicho.
19María guardaba todas estas cosas ponderándolas en su corazón.
20Y los pastores regresaron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, según les fue dicho.

Primera Lectura

Isaías 52:7-10

7Qué hermosos son sobre los montes
los pies del mensajero que anuncia la paz, del mensajero de la buena nueva que anuncia la salvación, del que anuncia a Sión: «¡Reina tu Dios!».
8¡La voz de tus centinelas! Alzan la voz,
lanzan a una gritos de alegría, porque ven con sus propios ojos que el Señor regresa a Sión.
9¡Gritad de alegría, alborozaos a una,
ruinas de Jerusalén, que el Señor ha consolado a su pueblo, ha redimido a Jerusalén!
10El Señor ha desnudado su brazo santo
a los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios.

Salmo Responsorial

Salmo 98:1-6

1Salmo.
Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha salvado, su santo brazo.
2El Señor ha dado a conocer su salvación;
ha revelado su justicia a los ojos de las naciones.
3Se acordó de su misericordia y fidelidad
con la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
4Aclamad al Señor, la tierra entera;
gritad, cantad, entonad salmos.
5Entonad salmos al Señor con la cítara,
con la cítara al son de la música;
6con trompetas y el sonido del cuerno,
aclamad ante el Rey y Señor.

Segunda Lectura

Hebreos 1:1-6

1En diversos momentos y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas.
2En estos últimos días nos ha hablado por medio de su Hijo, a quien instituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo también el universo.
3Él, que es resplandor de su gloria e impronta de su sustancia y que sustenta todas las cosas con su palabra poderosa, después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó en los cielos a la diestra de la Majestad,
4y ha sido hecho tanto más excelente que los ángeles cuanto más les aventaja por el nombre que ha heredado.
5Pues ¿a qué ángel le dijo alguna vez:
Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy? ¿O también: Yo seré para él Padre y para mí él será Hijo?
6Y de nuevo al introducir a su Primogénito en el mundo dice:
Que le adoren todos los ángeles de Dios.

Evangelio

Primera Opción
Segunda Opción

Juan 1:1-18

1En el principio existía el Verbo,
y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
2Él estaba en el principio junto a Dios.
3Todo se hizo por él,
y sin él no se hizo nada de cuanto ha sido hecho.
4En él estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres.
5Y la luz brilla en las tinieblas,
y las tinieblas no la recibieron.
6Hubo un hombre enviado por Dios,
que se llamaba Juan.
7Éste vino como testigo,
para dar testimonio de la luz, para que por él todos creyeran.
8No era él la luz,
sino el que debía dar testimonio de la luz.
9El Verbo era la luz verdadera,
que ilumina a todo hombre, que viene a este mundo.
10En el mundo estaba,
y el mundo se hizo por él, y el mundo no le conoció.
11Vino a los suyos,
y los suyos no le recibieron.
12Pero a cuantos le recibieron
les dio la potestad de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre,
13que no han nacido de la sangre,
ni de la voluntad de la carne, ni del querer del hombre, sino de Dios.
14Y el Verbo se hizo carne,
y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
15Juan da testimonio de él y clama:
«Éste era de quien yo dije: “El que viene después de mí ha sido antepuesto a mí, porque existía antes que yo”».
16Pues de su plenitud
todos hemos recibido, y gracia por gracia.
17Porque la Ley fue dada por Moisés;
la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo.
18A Dios nadie lo ha visto jamás;
el Unigénito, Dios, el que está en el seno del Padre, él mismo lo dio a conocer.

Juan 1:1-5, 9-14

1En el principio existía el Verbo,
y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
2Él estaba en el principio junto a Dios.
3Todo se hizo por él,
y sin él no se hizo nada de cuanto ha sido hecho.
4En él estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres.
5Y la luz brilla en las tinieblas,
y las tinieblas no la recibieron.
9El Verbo era la luz verdadera,
que ilumina a todo hombre, que viene a este mundo.
10En el mundo estaba,
y el mundo se hizo por él, y el mundo no le conoció.
11Vino a los suyos,
y los suyos no le recibieron.
12Pero a cuantos le recibieron
les dio la potestad de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre,
13que no han nacido de la sangre,
ni de la voluntad de la carne, ni del querer del hombre, sino de Dios.
14Y el Verbo se hizo carne,
y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.