Misa Diaria y Lecturas
¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.
Viernes 17 de enero de 2025
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Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.
El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

San Antonio, Abad (Memoria)
Primera Opción
Segunda Opción
Primera Lectura
Hebreos 4:1-5, 11
1Puesto que la promesa de entrar en su descanso permanece en vigor, tengamos cuidado: no vaya a ser que alguno de vosotros piense que queda excluido.
2Porque a nosotros se nos ha anunciado el Evangelio igual que a ellos; pero a ellos de nada les aprovechó la palabra que oyeron, porque no estaban unidos mediante la fe a los que la habían escuchado.
3Porque los que hemos creído hemos entrado en el descanso, según está dicho:
Por eso juré en mi ira: «¡No entrarán en mi descanso!», aunque las obras divinas estaban ya hechas desde la creación del mundo.
Por eso juré en mi ira: «¡No entrarán en mi descanso!», aunque las obras divinas estaban ya hechas desde la creación del mundo.
4Porque en un lugar se dice sobre el día séptimo:
Y descansó Dios el día séptimo de todas sus obras.
Y descansó Dios el día séptimo de todas sus obras.
5Y en este lugar repite:
¡No entrarán en mi descanso!
¡No entrarán en mi descanso!
11Apresurémonos a entrar en ese descanso, a fin de que ninguno caiga en la misma clase de desobediencia.
Salmo Responsorial
Salmo 78:3, 4, 6-8
3Cuanto oímos y aprendimos,
lo que nuestros padres nos contaron,
lo que nuestros padres nos contaron,
4no lo ocultaremos a sus hijos;
sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del Señor, su poder, y las maravillas que ha obrado.
sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del Señor, su poder, y las maravillas que ha obrado.
6para que la supieran las generaciones futuras,
los hijos que habían de nacer, y la mantengan, y la anuncien a sus hijos.
los hijos que habían de nacer, y la mantengan, y la anuncien a sus hijos.
7A fin de que pongan en Dios su esperanza,
y no olviden las obras de Dios, sino que observen sus mandamientos.
y no olviden las obras de Dios, sino que observen sus mandamientos.
8Y no sean, como sus padres,
una generación rebelde y contumaz, una generación de corazón voluble, de espíritu infiel a Dios.
una generación rebelde y contumaz, una generación de corazón voluble, de espíritu infiel a Dios.
Evangelio
Marcos 2:1-12
1Y, al cabo de unos días, entró de nuevo en Cafarnaún. Se supo que estaba en casa
2y se juntaron tantos, que ni siquiera ante la puerta había ya sitio. Y les predicaba la palabra.
3Entonces vinieron trayéndole un paralítico, llevado entre cuatro.
4Y como no podían acercarlo hasta él a causa del gentío, levantaron la techumbre por el sitio en donde se encontraba y, después de abrir un hueco, descolgaron la camilla en la que yacía el paralítico.
5Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico:
—Hijo, tus pecados te son perdonados.
—Hijo, tus pecados te son perdonados.
6Estaban allí sentados algunos de los escribas, y pensaban en sus corazones:
7«¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios?»
8Y enseguida, conociendo Jesús en su espíritu que pensaban para sus adentros de este modo, les dijo:
—¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones?
—¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones?
9¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: «Tus pecados te son perdonados», o decirle: «Levántate, toma tu camilla y anda»?
10Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar los pecados —se dirigió al paralítico—,
11a ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
12Y se levantó, y al instante tomó la camilla y salió en presencia de todos, de manera que todos quedaron admirados y glorificaron a Dios diciendo:
—Nunca hemos visto nada parecido.
—Nunca hemos visto nada parecido.
Primera Lectura
Efesios 6:10-13, 18
10Por lo demás, reconfortaos en el Señor y en la fuerza de su poder;
11revestíos con la armadura de Dios para que podáis resistir las insidias del diablo,
12porque no es nuestra lucha contra la sangre o la carne, sino contra los principados, las potestades, las dominaciones de este mundo de tinieblas, y contra los espíritus malignos que están en los aires.
13Por eso, poneos la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo y, tras vencer en todo, permanezcáis firmes.
18mediante oraciones y súplicas, orando en todo tiempo movidos por el Espíritu, vigilando además con toda constancia y súplica por todos los santos,
Salmo Responsorial
Salmo 16:1-2, 5, 7-8, 11
1Mictam. De David.
Guárdame, Dios mío, que me refugio en Ti.
Guárdame, Dios mío, que me refugio en Ti.
2Yo digo al Señor:
«Tú eres mi Señor. No tengo otro bien que Tú».
«Tú eres mi Señor. No tengo otro bien que Tú».
5Señor, Tú eres el lote de mi heredad y de mi copa:
Tú sostienes mi parte.
Tú sostienes mi parte.
7Yo bendigo al Señor, que me aconseja;
hasta de noche mi corazón me instruye.
hasta de noche mi corazón me instruye.
8Pongo ante mí al Señor sin cesar;
con Él a mi derecha, no vacilo.
con Él a mi derecha, no vacilo.
11Me enseñas la senda de la vida,
saciedad de gozo en tu presencia, dicha perpetua a tu derecha.
saciedad de gozo en tu presencia, dicha perpetua a tu derecha.
Evangelio
Mateo 19:16-26
16Y se le acercó uno, y le dijo:
—Maestro, ¿qué obra buena debo hacer para alcanzar la vida eterna?
—Maestro, ¿qué obra buena debo hacer para alcanzar la vida eterna?
17Él le respondió:
—¿Por qué me preguntas sobre lo bueno? Uno solo es el bueno. Pero si quieres entrar en la Vida, guarda los mandamientos.
—¿Por qué me preguntas sobre lo bueno? Uno solo es el bueno. Pero si quieres entrar en la Vida, guarda los mandamientos.
18—¿Cuáles? —le preguntó.
Jesús le respondió: —No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no dirás falso testimonio,
Jesús le respondió: —No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no dirás falso testimonio,
19honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.
20—Todo esto lo he guardado —le dijo el joven—. ¿Qué me falta aún?
21Jesús le respondió:
—Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes y dáselos a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos. Luego, ven y sígueme.
—Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes y dáselos a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos. Luego, ven y sígueme.
22Al oír el joven estas palabras se marchó triste, porque tenía muchas posesiones.
23Jesús les dijo entonces a sus discípulos:
—En verdad os digo: difícilmente entrará un rico en el Reino de los Cielos.
—En verdad os digo: difícilmente entrará un rico en el Reino de los Cielos.
24Es más, os digo que es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios.
25Cuando oyeron esto sus discípulos, se quedaron muy asombrados y decían:
—Entonces, ¿quién puede salvarse?
—Entonces, ¿quién puede salvarse?
26Jesús, con la mirada fija en ellos, les dijo:
—Para el hombre esto es imposible; para Dios, sin embargo, todo es posible.
—Para el hombre esto es imposible; para Dios, sin embargo, todo es posible.