Misa Diaria y Lecturas
¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.
Martes 28 de enero de 2025
* Escoja la fecha en el calendario para ver las lecturas | Acceso al calendario para personas invidentes
También puede ver la Santa Misa diaria desde Madrid, España,
cortesía de Magnificat.tv
SIGUE LA MISA DIARIA
¡Recibe el eBook de la Guía para la Misa Global Televisada por correo electrónico y celebra la belleza universal de la Misa!
Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.
El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

Santo Tomás de Aquino, Presbítero, Doctor de la Iglesia (Memoria)
Primera Opción
Segunda Opción
Primera Lectura
Hebreos 10:1-10
1Puesto que la Ley posee sólo una sombra de los bienes futuros y no la verdadera imagen de las cosas, no puede jamás, mediante los mismos sacrificios que no cesa de presentar todos los años, hacer perfectos a los que se acercan con ellos.
2Si no fuera así, los que rinden culto, al considerarse definitivamente purificados, por no tener ya conciencia alguna de pecado, ¿no dejarían de ofrecerlos?
3Por el contrario, con ellos se renueva cada año el recuerdo de los pecados,
4porque es imposible que la sangre de toros y machos cabríos borre los pecados.
5Por eso, al entrar en el mundo, dice:
Sacrificio y ofrenda no quisiste, pero me preparaste un cuerpo;
Sacrificio y ofrenda no quisiste, pero me preparaste un cuerpo;
6los holocaustos y sacrificios por el pecado
no te han agradado.
no te han agradado.
7Entonces dije:
«Aquí vengo, como está escrito de mí al comienzo del libro, para hacer, oh Dios, tu voluntad».
«Aquí vengo, como está escrito de mí al comienzo del libro, para hacer, oh Dios, tu voluntad».
8Después de haber dicho antes: No quisiste ni te agradaron sacrificios y ofrendas ni holocaustos y víctimas expiatorias por el pecado —cosas que se ofrecen según la Ley—,
9añade luego: Aquí vengo para hacer tu voluntad. Deroga lo primero para instaurar lo segundo.
10Y por esa voluntad somos santificados de una vez para siempre, mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo.
Salmo Responsorial
Salmo 40:2, 4, 7-8, 10-11
2Esperaba confiadamente en el Señor;
Él se inclinó a mí y escuchó mi clamor.
Él se inclinó a mí y escuchó mi clamor.
4Ha puesto en mi boca un cántico nuevo,
una alabanza a nuestro Dios. Muchos, al verlo, temerán y esperarán en el Señor.
una alabanza a nuestro Dios. Muchos, al verlo, temerán y esperarán en el Señor.
7No quisiste sacrificio ni ofrenda,
pero me abriste el oído. No pediste holocausto ni sacrificio de expiación;
pero me abriste el oído. No pediste holocausto ni sacrificio de expiación;
8entonces dije: «Aquí estoy
—como está escrito acerca de mí en el Libro—
—como está escrito acerca de mí en el Libro—
10He anunciado la justicia en la gran asamblea;
no he cerrado mis labios, Señor, Tú lo sabes bien.
no he cerrado mis labios, Señor, Tú lo sabes bien.
11No he escondido tu justicia dentro de mi corazón;
he proclamado tu fidelidad y tu salvación, no he ocultado tu bondad y tu lealtad a la gran asamblea.
he proclamado tu fidelidad y tu salvación, no he ocultado tu bondad y tu lealtad a la gran asamblea.
Evangelio
Marcos 3:31-35
31Vinieron su madre y sus hermanos y, quedándose fuera, enviaron a llamarlo.
32Y estaba sentada a su alrededor una muchedumbre, y le dicen:
—Mira, tu madre, tus hermanos y tus hermanas te buscan fuera.
—Mira, tu madre, tus hermanos y tus hermanas te buscan fuera.
33Y, en respuesta, les dice:
—¿Quién es mi madre y quiénes mis hermanos?
—¿Quién es mi madre y quiénes mis hermanos?
34Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dice:
—Éstos son mi madre y mis hermanos:
—Éstos son mi madre y mis hermanos:
35quien hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.
Primera Lectura
Sabiduría 7:7-10, 15-16
7Por eso, rogué prudencia y se me concedió;
invoqué un espíritu de sabiduría y vino a mí.
invoqué un espíritu de sabiduría y vino a mí.
8La antepuse a cetros y tronos
y, comparada con ella, tuve en nada la riqueza.
y, comparada con ella, tuve en nada la riqueza.
9La piedra más preciosa no la iguala,
porque, a la vista de ella, todo el oro es un poco de arena y, ante ella, la plata vale lo que el barro.
porque, a la vista de ella, todo el oro es un poco de arena y, ante ella, la plata vale lo que el barro.
10La quise más que la salud y la belleza
y preferí tenerla como luz, porque su resplandor no tiene ocaso.
y preferí tenerla como luz, porque su resplandor no tiene ocaso.
15Que Dios me conceda hablar juiciosamente
y tener sentimientos dignos de los dones recibidos, pues Él es el guía de la sabiduría y el que dirige rectamente a los sabios.
y tener sentimientos dignos de los dones recibidos, pues Él es el guía de la sabiduría y el que dirige rectamente a los sabios.
16En sus manos estamos nosotros y nuestras palabras,
el ser prudentes y el saber obrar.
el ser prudentes y el saber obrar.
Salmo Responsorial
Salmo 119:9-14
9(Bet) ¿Cómo podrá un joven mantener limpio su sendero?
Guardando tus palabras.
Guardando tus palabras.
10Con todo el corazón te busco;
no permitas que me desvíe de tus mandamientos.
no permitas que me desvíe de tus mandamientos.
11En mi corazón he guardado tus palabras
para no pecar contra ti.
para no pecar contra ti.
12Bendito eres, Señor,
enséñame tus preceptos.
enséñame tus preceptos.
13Con mis labios proclamo
todas las normas de tu boca.
todas las normas de tu boca.
14En el camino de tus preceptos me deleito
más que en todas las riquezas.
más que en todas las riquezas.
Evangelio
Mateo 23:8-12
8Vosotros, al contrario, no os hagáis llamar rabbí, porque sólo uno es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.
9No llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque sólo uno es vuestro Padre, el celestial.
10Tampoco os dejéis llamar doctores, porque vuestro doctor es uno sólo: Cristo.
11Que el mayor entre vosotros sea vuestro servidor.
12El que se ensalce será humillado, y el que se humille será ensalzado.