Misa Diaria y Lecturas

¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.

Jueves 6 de febrero de 2025

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Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.

El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

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San Pedro Bautista, OFM, Pablo Miki y Compañeros, Mártires (Memoria)

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Primera Lectura

Hebreos 12:18-19, 21-24

18Vosotros no os habéis acercado a un fuego tangible y ardiente, a oscuridad, a tinieblas, a tempestad,
19a son de trompetas, y a ese clamor de palabras que cuantos lo oyeron suplicaron que no se les hablara más.
21El espectáculo era tan sobrecogedor, que Moisés llegó a exclamar: Estoy aterrorizado y temblando.
22En cambio, vosotros os habéis acercado al Monte Sión, a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, a la asamblea gozosa
23y a la Iglesia de los primogénitos inscritos en los cielos, al Dios Juez de todos, a los espíritus de los justos que han alcanzado la perfección,
24a Jesús mediador de la nueva alianza y a la sangre derramada, que habla mejor que la de Abel.

Salmo Responsorial

Salmo 48:2-4, 9-11

2El Señor es grande y digno de toda alabanza
en la ciudad de nuestro Dios, su monte santo.
3La más bella cima, gozo de toda la tierra,
monte Sión, arcano del Norte, ciudad del gran Rey.
4Dios, en sus palacios,
se muestra como defensa segura.
9Como lo habíamos oído, así lo hemos visto
en la ciudad del Señor de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios. ¡Dios la ha fundado para siempre!
10Meditamos, oh Dios, en tu misericordia
en medio de tu Templo.
11Como tu Nombre, oh Dios, así suena tu alabanza
hasta los confines de la tierra. Tu diestra rebosa de justicia.

Evangelio

Marcos 6:7-13

7Y llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles potestad sobre los espíritus impuros.
8Y les mandó que no llevasen nada para el camino, ni pan, ni alforja, ni dinero en la bolsa, sino solamente un bastón;
9y que fueran calzados con sandalias y que no llevaran dos túnicas.
10Y les decía:
—Si entráis en una casa, quedaos allí hasta que salgáis de aquel lugar.
11Y si en algún sitio no os acogen ni os escuchan, al salir de allí sacudíos el polvo de los pies en testimonio contra ellos.
12Se marcharon y predicaron que se convirtieran.
13Y expulsaban muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Primera Lectura

Gálatas 2:19-20

19Porque yo por la Ley he muerto a la Ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy crucificado:
20vivo, pero ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y la vida que vivo ahora en la carne la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Salmo Responsorial

Salmo 126:1-6

1Canto de las subidas.
Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión, nos parecía soñar.
2Se nos llenaba de risas la boca,
la lengua, de cantares de alegría. Entonces se decía entre las naciones: «El Señor ha hecho con ellos cosas grandes».
3El Señor ha hecho con nosotros cosas grandes:
estamos llenos de alegría.
4Haz volver, Señor, a nuestros cautivos
como los torrentes del Négueb.
5Los que siembran con lágrimas
cosechan entre cantares de alegría.
6Al marchar iban llorando,
llevando las semillas. Al volver vienen cantando, trayendo sus gavillas. 

Evangelio

Mateo 28:16-20

16Los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
17Y en cuanto le vieron le adoraron; pero otros dudaron.
18Y Jesús se acercó y les dijo:
—Se me ha dado toda potestad en el cielo y en la tierra.
19Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo;
20y enseñándoles a guardar todo cuanto os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.
From the Franciscan Lectionary

Primera Lectura

Romanos 8:31-39

31¿Qué diremos a esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?
32El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él todas las cosas?
33¿Quién presentará acusación contra los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica?
34¿Quién condenará? ¿Cristo Jesús, el que murió, más aún, el que fue resucitado, el que además está a la derecha de Dios, el que está intercediendo por nosotros?
35¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, o la persecución, o el hambre, o la desnudez, o el peligro, o la espada?
36Como dice la Escritura:
Por tu causa somos llevados a la muerte todo el día, somos considerados como ovejas destinadas al matadero.
37Pero en todas estas cosas vencemos con creces gracias a aquel que nos amó.
38Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes, ni las futuras, ni las potestades,
39ni la altura, ni la profundidad, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que está en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Salmo Responsorial

Salmo 31:3-4, 6-8, 16-17

3Inclina tu oído hacia mí,
date prisa en socorrerme. Sé para mí la roca de refugio, el alcázar firme de mi salvación;
4porque Tú eres mi peña, mi fortaleza:
por honor de tu Nombre, dirígeme y guíame;
6En tus manos encomiendo mi espíritu:
Tú, Señor, Dios fiel, me has rescatado.
7Detestas a los que veneran ídolos vanos.
Yo confío en el Señor.
8Me alegraré y me gozaré en tu misericordia,
pues te has fijado en mi miseria, has comprendido la angustia de mi alma,
16Mi suerte está en tu mano;
líbrame de la garra de mis enemigos y de mis perseguidores.
17Haz brillar tu rostro sobre tu siervo;
por tu misericordia, sálvame.

Evangelio

Mateo 16:24-27

24Entonces les dijo Jesús a sus discípulos:
—Si alguno quiere venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga.
25Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará.
26»Porque, ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?, o ¿qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
27Porque el Hijo del Hombre va a venir en la gloria de su Padre acompañado de sus ángeles, y entonces retribuirá a cada uno según su conducta.