Misa Diaria y Lecturas

¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.

Sábado 21 de junio de 2025

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El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

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San Alonso Gonzaga, Religioso (Memoria)

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Primera Lectura

2 Corintios 12:1-10

1¿Hay que gloriarse? Aunque no conviene, hablaré de las visiones y revelaciones del Señor.
2Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años —si en el cuerpo, no lo sé, si fuera del cuerpo, tampoco lo sé: Dios lo sabe— fue arrebatado hasta el tercer cielo.
3Y sé que este hombre —si en el cuerpo o fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe—
4fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que al hombre no es lícito pronunciar.
5De ese hombre me gloriaré, pero de mí mismo no me gloriaré, si no es de mis flaquezas.
6Pero aunque quisiera gloriarme, no sería un necio, pues diría la verdad. Sin embargo me abstengo, para que nadie me atribuya algo por encima de lo que ve en mí o de mí oye,
7o a causa de la grandeza de las revelaciones. Por eso, para que no me engría, me fue clavado un aguijón en la carne, un ángel de Satanás, para que me abofetee, y no me envanezca.
8Por esto, rogué tres veces al Señor que lo apartase de mí;
9pero Él me dijo: «Te basta mi gracia, porque la fuerza se perfecciona en la flaqueza». Por eso, con sumo gusto me gloriaré más todavía en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo.
10Por lo cual me complazco en las flaquezas, en los oprobios, en las necesidades, en las persecuciones y angustias, por Cristo; pues cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Salmo Responsorial

Salmo 34:8-13

8(Het) El ángel del Señor se sitúa
alrededor de los que le temen para librarlos.
9(Tet) Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el hombre que se refugia en Él.
10(Yod) Temed al Señor sus santos,
que nada falta a los que le temen.
11(Kaf) Los ricos se empobrecen y pasan hambre,
pero los que buscan al Señor de nada carecen.
12(Lámed) Venid, hijos, escuchadme,
os enseñaré el temor del Señor.
13(Mem) ¿Quién hay que no quiera la vida,
que no apetezca los días para disfrutar del bien?

Evangelio

Mateo 6:24-34

24»Nadie puede servir a dos señores, porque o tendrá odio a uno y amor al otro, o prestará su adhesión al primero y menospreciará al segundo: no podéis servir a Dios y a las riquezas.
25»Por eso os digo: no estéis preocupados por vuestra vida: qué vais a comer; o por vuestro cuerpo: con qué os vais a vestir. ¿Es que no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26Mirad las aves del cielo: no siembran, ni siegan, ni almacenan en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿Es que no valéis vosotros mucho más que ellas?
27¿Quién de vosotros, por mucho que cavile, puede añadir un solo codo a su estatura?
28Y sobre el vestir, ¿por qué os preocupáis? Fijaos en los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan ni hilan,
29y yo os digo que ni Salomón en toda su gloria pudo vestirse como uno de ellos.
30Y si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios la viste así, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?
31Así pues, no andéis preocupados diciendo: ¿qué vamos a comer, qué vamos a beber, con qué nos vamos a vestir?
32Por todas esas cosas se afanan los paganos. Bien sabe vuestro Padre celestial que de todo eso estáis necesitados.
33»Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se os añadirán.
34Por tanto, no os preocupéis por el mañana, porque el mañana traerá su propia preocupación. A cada día le basta su contrariedad.

Primera Lectura

1 Juan 5:1-5

1Todo el que cree que Jesús es el Cristo, ése ha nacido de Dios; y todo el que ama a quien le engendró, ama también a quien ha sido engendrado por Él.
2En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: en que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.
3Porque el amor de Dios consiste precisamente en que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son costosos,
4porque todo el que ha nacido de Dios, vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.
5¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

Salmo Responsorial

Salmo 16:1-2, 5, 7-8, 11

1Mictam. De David.
Guárdame, Dios mío, que me refugio en Ti.
2Yo digo al Señor:
«Tú eres mi Señor. No tengo otro bien que Tú».
5Señor, Tú eres el lote de mi heredad y de mi copa:
Tú sostienes mi parte.
7Yo bendigo al Señor, que me aconseja;
hasta de noche mi corazón me instruye.
8Pongo ante mí al Señor sin cesar;
con Él a mi derecha, no vacilo.
11Me enseñas la senda de la vida,
saciedad de gozo en tu presencia, dicha perpetua a tu derecha. 

Evangelio

Mateo 22:34-40

34Los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se pusieron de acuerdo,
35y uno de ellos, doctor de la ley, le preguntó para tentarle:
36—Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?
37Él le respondió:
—Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.
38Éste es el mayor y el primer mandamiento.
39El segundo es como éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
40De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.