Misa Diaria y Lecturas
¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.
Domingo 23 de noviembre de 2025
* Escoja la fecha en el calendario para ver las lecturas | Acceso al calendario para personas invidentes
El video para esta fecha no está disponible; si es una fecha reciente, favor de intentar más tarde. Ver el video más reciente
También puede ver la Santa Misa diaria desde Madrid, España,
cortesía de Magnificat.tv
SIGUE LA MISA DIARIA
¡Recibe el eBook de la Guía para la Misa Global Televisada por correo electrónico y celebra la belleza universal de la Misa!
Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.
El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo (Solemnidad)
Gloria – Creed – Act of Dedication
Primera Lectura
2 Samuel 5:1-3
1Todas las tribus de Israel vinieron junto a David a Hebrón y le dijeron:
—Aquí nos tienes. Hueso tuyo y carne tuya somos.
—Aquí nos tienes. Hueso tuyo y carne tuya somos.
2Ya desde hace tiempo, cuando Saúl era nuestro rey, tú guiabas las entradas y salidas de Israel, pues el Señor te había dicho: «Tú apacentarás a mi pueblo Israel, tú serás príncipe sobre Israel».
3Vinieron también todos los ancianos de Israel junto a David, a Hebrón; y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón ante el Señor. Luego ungieron a David como rey de Israel.
Salmo Responsorial
Salmo 122:1-5
1Canto de las subidas. De David.
Qué alegría cuando me dijeron: «¡Vamos a la Casa del Señor!
Qué alegría cuando me dijeron: «¡Vamos a la Casa del Señor!
2Ya se han parado nuestros pies
a tus puertas, Jerusalén».
a tus puertas, Jerusalén».
3Jerusalén, bien cimentada,
ciudad sólida y unida.
ciudad sólida y unida.
4Allí suben las tribus,
las tribus del Señor. Es un precepto de Israel, para alabar el Nombre del Señor.
las tribus del Señor. Es un precepto de Israel, para alabar el Nombre del Señor.
5Pues allí está la sede de justicia,
la sede de la casa de David.
la sede de la casa de David.
Segunda Lectura
Colosenses 1:12-20
12dando gracias al Padre, que os hizo dignos de participar en la herencia de los santos en la luz.
13Él nos arrebató del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino del Hijo de su amor,
14en quien tenemos la redención, el perdón de los pecados.
15El cual es la imagen del Dios invisible,
primogénito de toda creación,
primogénito de toda creación,
16porque en él fueron creadas todas las cosas
en los cielos y sobre la tierra, las visibles y las invisibles, sean los tronos o las dominaciones, los principados o las potestades. Todo ha sido creado por él y para él.
en los cielos y sobre la tierra, las visibles y las invisibles, sean los tronos o las dominaciones, los principados o las potestades. Todo ha sido creado por él y para él.
17Él es antes que todas las cosas
y todas subsisten en él.
y todas subsisten en él.
18Él es también la cabeza del cuerpo,
que es la Iglesia; él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que él sea el primero en todo,
que es la Iglesia; él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que él sea el primero en todo,
19pues Dios tuvo a bien que en él habitase
toda la plenitud,
toda la plenitud,
20y por él reconciliar todos los seres consigo,
restableciendo la paz, por medio de su sangre derramada en la cruz, tanto en las criaturas de la tierra como en las celestiales.
restableciendo la paz, por medio de su sangre derramada en la cruz, tanto en las criaturas de la tierra como en las celestiales.
Evangelio
Lucas 23:35-43
35El pueblo estaba mirando, y los jefes se burlaban de él y decían:
—Ha salvado a otros, que se salve a sí mismo, si él es el Cristo de Dios, el elegido.
—Ha salvado a otros, que se salve a sí mismo, si él es el Cristo de Dios, el elegido.
36Los soldados se burlaban también de él; se acercaban y ofreciéndole vinagre
37decían:
—Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
—Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
38Encima de él había una inscripción: «Éste es el Rey de los judíos».
39Uno de los malhechores crucificados le injuriaba diciendo:
—¿No eres tú el Cristo? Sálvate a ti mismo y a nosotros.
—¿No eres tú el Cristo? Sálvate a ti mismo y a nosotros.
40Pero el otro le reprendía:
—¿Ni siquiera tú, que estás en el mismo suplicio, temes a Dios?
—¿Ni siquiera tú, que estás en el mismo suplicio, temes a Dios?
41Nosotros estamos aquí justamente, porque recibimos lo merecido por lo que hemos hecho; pero éste no ha hecho ningún mal.
42Y decía:
—Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino.
—Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino.
43Y le respondió:
—En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso.
—En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso.