Misa Diaria y Lecturas
¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.
Sábado 17 de enero de 2026
* Escoja la fecha en el calendario para ver las lecturas | Acceso al calendario para personas invidentes
El video para esta fecha no está disponible; si es una fecha reciente, favor de intentar más tarde. Ver el video más reciente
También puede ver la Santa Misa diaria desde Madrid, España,
cortesía de Magnificat.tv
SIGUE LA MISA DIARIA
¡Recibe el eBook de la Guía para la Misa Global Televisada por correo electrónico y celebra la belleza universal de la Misa!
Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.
El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

San Antonio, Abad (Memoria)
Primera Opción
Segunda Opción
Primera Lectura
1 Samuel 9:1-4, 17-19; 10:1
9
1Había un hombre de la tribu de Benjamín, llamado Quis, hijo de Abiel, hijo de Seror, hijo de Becorat, hijo de Afíaj, un benjaminita influyente
2que tenía un hijo llamado Saúl, aventajado y buen mozo; no había en Israel nadie más alto que él, sobrepasaba a todos de hombros para arriba.
3A Quis, padre de Saúl, se le habían perdido unas asnas; y le dijo:
—Hijo mío, llévate a uno de los criados y vete a buscar las asnas.
—Hijo mío, llévate a uno de los criados y vete a buscar las asnas.
4Atravesaron los montes de Efraím, la región de Salisá y no las encontraron. Recorrieron la región de Saalim y no estaban; luego la de Benjamín y tampoco las encontraron.
17Cuando Samuel vio a Saúl, le dijo el Señor:
—Éste es el hombre del que te hablé; éste regirá a mi pueblo.
—Éste es el hombre del que te hablé; éste regirá a mi pueblo.
18Saúl se acercó a Samuel, a la puerta de la ciudad, y le dijo:
—Indícame, por favor, dónde está la casa del vidente.
—Indícame, por favor, dónde está la casa del vidente.
19Samuel le respondió:
—Yo soy el vidente. Sube conmigo a la colina. Hoy comeréis conmigo y mañana te dejaré ir. Te descubriré todo lo que hay en tu corazón;
10
—Yo soy el vidente. Sube conmigo a la colina. Hoy comeréis conmigo y mañana te dejaré ir. Te descubriré todo lo que hay en tu corazón;
1Entonces tomó Samuel el recipiente de aceite, lo derramó sobre la cabeza de Saúl y luego le besó diciendo:
—He aquí que el Señor te ha ungido como príncipe de mi pueblo Israel. Tú regirás al pueblo del Señor y le librarás de la mano de los enemigos que le rodean. Ésta es la señal de que Dios te ha ungido como príncipe sobre su heredad:
—He aquí que el Señor te ha ungido como príncipe de mi pueblo Israel. Tú regirás al pueblo del Señor y le librarás de la mano de los enemigos que le rodean. Ésta es la señal de que Dios te ha ungido como príncipe sobre su heredad:
Salmo Responsorial
Salmo 21:2-7
2Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡cuánto se goza por tu salvación!
¡cuánto se goza por tu salvación!
3Le has concedido el deseo de su corazón,
no has rechazado la petición de sus labios.
no has rechazado la petición de sus labios.
4Te has adelantado con bendiciones propicias:
has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
5Te pidió vida y se la has dado,
largos días duraderos, sin fin.
largos días duraderos, sin fin.
6Grande es su gloria por tu salvación,
le concedes honor y majestad.
le concedes honor y majestad.
7Le otorgas continuas bendiciones,
lo colmas de gozo en tu presencia.
lo colmas de gozo en tu presencia.
Evangelio
Marcos 2:13-17
13Y se fue otra vez a la orilla del mar. Y toda la muchedumbre iba hacia él, y les enseñaba.
14Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado al telonio, y le dijo:
—Sígueme. Él se levantó y le siguió.
—Sígueme. Él se levantó y le siguió.
15Ya en su casa, estando a la mesa, se sentaron con Jesús y sus discípulos muchos publicanos y pecadores, porque eran muchos los que le seguían.
16Los escribas de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, empezaron a decir a sus discípulos:
—¿Por qué come con publicanos y pecadores?
—¿Por qué come con publicanos y pecadores?
17Lo oyó Jesús y les dijo:
—No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos; no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
—No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos; no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
Primera Lectura
Efesios 6:10-13, 18
10Por lo demás, reconfortaos en el Señor y en la fuerza de su poder;
11revestíos con la armadura de Dios para que podáis resistir las insidias del diablo,
12porque no es nuestra lucha contra la sangre o la carne, sino contra los principados, las potestades, las dominaciones de este mundo de tinieblas, y contra los espíritus malignos que están en los aires.
13Por eso, poneos la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo y, tras vencer en todo, permanezcáis firmes.
18mediante oraciones y súplicas, orando en todo tiempo movidos por el Espíritu, vigilando además con toda constancia y súplica por todos los santos,
Salmo Responsorial
Salmo 16:1-2, 5, 7-8, 11
1Mictam. De David.
Guárdame, Dios mío, que me refugio en Ti.
Guárdame, Dios mío, que me refugio en Ti.
2Yo digo al Señor:
«Tú eres mi Señor. No tengo otro bien que Tú».
«Tú eres mi Señor. No tengo otro bien que Tú».
5Señor, Tú eres el lote de mi heredad y de mi copa:
Tú sostienes mi parte.
Tú sostienes mi parte.
7Yo bendigo al Señor, que me aconseja;
hasta de noche mi corazón me instruye.
hasta de noche mi corazón me instruye.
8Pongo ante mí al Señor sin cesar;
con Él a mi derecha, no vacilo.
con Él a mi derecha, no vacilo.
11Me enseñas la senda de la vida,
saciedad de gozo en tu presencia, dicha perpetua a tu derecha.
saciedad de gozo en tu presencia, dicha perpetua a tu derecha.
Evangelio
Mateo 19:16-26
16Y se le acercó uno, y le dijo:
—Maestro, ¿qué obra buena debo hacer para alcanzar la vida eterna?
—Maestro, ¿qué obra buena debo hacer para alcanzar la vida eterna?
17Él le respondió:
—¿Por qué me preguntas sobre lo bueno? Uno solo es el bueno. Pero si quieres entrar en la Vida, guarda los mandamientos.
—¿Por qué me preguntas sobre lo bueno? Uno solo es el bueno. Pero si quieres entrar en la Vida, guarda los mandamientos.
18—¿Cuáles? —le preguntó.
Jesús le respondió: —No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no dirás falso testimonio,
Jesús le respondió: —No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no dirás falso testimonio,
19honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.
20—Todo esto lo he guardado —le dijo el joven—. ¿Qué me falta aún?
21Jesús le respondió:
—Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes y dáselos a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos. Luego, ven y sígueme.
—Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes y dáselos a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos. Luego, ven y sígueme.
22Al oír el joven estas palabras se marchó triste, porque tenía muchas posesiones.
23Jesús les dijo entonces a sus discípulos:
—En verdad os digo: difícilmente entrará un rico en el Reino de los Cielos.
—En verdad os digo: difícilmente entrará un rico en el Reino de los Cielos.
24Es más, os digo que es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios.
25Cuando oyeron esto sus discípulos, se quedaron muy asombrados y decían:
—Entonces, ¿quién puede salvarse?
—Entonces, ¿quién puede salvarse?
26Jesús, con la mirada fija en ellos, les dijo:
—Para el hombre esto es imposible; para Dios, sin embargo, todo es posible.
—Para el hombre esto es imposible; para Dios, sin embargo, todo es posible.