Misa Diaria y Lecturas

¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.

Sábado 27 de junio de 2026

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El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

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Sábado Memoria de la Santísima Virgen María

Primera Lectura

Lamentaciones 2:2, 10-14, 18-19

2(Bet) Destruyó el Señor sin piedad
los pastos de Jacob; derribó en su furor las fortalezas de la hija de Judá; echó por tierra, profanó, el reino y sus príncipes.
10(Yod) Se sientan en tierra: están en silencio
los ancianos de la hija de Sión, se echan ceniza a la cabeza, se ciñen de saco. Abajan su cabeza a tierra las doncellas de Jerusalén.
11(Kaf) Mis ojos están consumidos por las lágrimas,
me hierven las entrañas, derramados por tierra mis hígados, por la ruina de la hija de mi pueblo, porque niñitos y lactantes desfallecen en las plazas de la ciudad.
12(Lámed) Preguntan a sus madres:
«¿Dónde hay pan y vino?», mientras desfallecen como malheridos en las plazas de la ciudad, y exhalan su espíritu en el regazo de sus madres.
13(Mem) ¿Con qué te compararía yo, con qué te asemejaría,
hija de Jerusalén? ¿Con qué te igualaría para consolarte, doncella, hija de Sión? Pues grande como el mar es tu quebranto, ¿quién te podrá curar?
14(Nun) Tus profetas te ofrecieron visiones
vanas y estúpidas, y no te desvelaron tu iniquidad para hacerte cambiar, sino que te ofrecieron visiones de vaticinios vanos y seductores.
18(Sade) ¡Clama al Señor con todo el corazón,
por la muralla de la hija de Sión! Que corran torrentes de lágrimas día y noche. No te permitas descanso, ni tengan tregua las niñas de tus ojos.
19(Qof) ¡Levántate! Grita en la noche
cuando empiezan los turnos de centinela. Que tu corazón se derrita como agua ante la presencia del Señor. Álzale tus manos por la vida de tus niñitos, que desfallecen de hambre en la esquina de cada calle.

Salmo Responsorial

Salmo 74:1-7, 20-21

1Masquil. De Asaf.
¿Por qué nos has rechazado para siempre, Dios mío, se ha encendido tu ira con las ovejas de tu rebaño?
2Acuérdate de la comunidad que te adquiriste antaño,
la tribu de tu heredad que redimiste, del monte Sión, en que pusiste tu morada.
3Alza tus pasos sobre las ruinas perennes:
todo lo ha desolado el enemigo en el Templo.
4Tus adversarios rugían en medio de tu lugar sagrado;
izaron como insignia sus propias insignias.
5Se parecían a los que blanden las hachas
subiendo por la espesura del bosque.
6Destrozaron por completo sus puertas
con hachas y martillos.
7Prendieron fuego a tu Santuario,
profanaron abatiéndola a tierra la Morada de tu Nombre.
20Mira la alianza: porque los escondrijos de la tierra
están llenos de cubiles de violencia.
21Que el oprimido no vuelva avergonzado.
Que el pobre y el desvalido puedan alabar tu Nombre.

Evangelio

Mateo 8:5-17

5Al entrar en Cafarnaún se le acercó un centurión que le rogó:
6—Señor, mi criado yace paralítico en casa con dolores muy fuertes.
7Jesús le dijo:
—Yo iré y le curaré.
8Pero el centurión le respondió:
—Señor, no soy digno de que entres en mi casa. Pero basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano.
9Pues también yo soy un hombre que se encuentra bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes. Le digo a uno: «Vete», y va; y a otro: «Ven», y viene; y a mi siervo: «Haz esto», y lo hace.
10Al oírlo Jesús se admiró y les dijo a los que le seguían:
—En verdad os digo que en nadie de Israel he encontrado una fe tan grande.
11Y os digo que muchos de oriente y occidente vendrán y se sentarán a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos,
12mientras que los hijos del Reino serán arrojados a las tinieblas de afuera: allí habrá llanto y rechinar de dientes.
13Y le dijo Jesús al centurión:
—Vete y que se haga conforme has creído. Y en aquel momento quedó sano el criado.
14Al llegar Jesús a casa de Pedro vio a la suegra de éste en cama, con fiebre.
15Le tocó de la mano y le desapareció la fiebre; entonces ella se levantó y se puso a servirle.
16Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; expulsó a los espíritus con su palabra y curó a todos los enfermos,
17para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades.