Misa Diaria y Lecturas
¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.
Jueves 12 de noviembre de 2026
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Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.
El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

San Josafat, Obispo, Mártir (Memoria)
Primera Opción
Segunda Opción
Primera Lectura
Filemón 7-20
7Pues, en verdad, he tenido gran alegría y consuelo por tu caridad, porque, gracias a ti, hermano, los corazones de los santos han encontrado alivio.
8Por ello, aun teniendo plena libertad en Cristo para mandarte lo que conviene,
9prefiero rogar en nombre de la caridad —y eso que soy Pablo, ya anciano y ahora además prisionero de Cristo Jesús—.
10Te ruego en favor de mi hijo Onésimo, a quien engendré entre cadenas,
11en otro tiempo inútil para ti pero ahora útil para ti y para mí:
12a éste te lo devuelvo como si fuera mi corazón.
13Yo hubiera querido retenerlo para que me sirviera en tu lugar, mientras estoy entre cadenas por el Evangelio.
14Pero no he querido hacer nada sin tu consentimiento, para que tu buena acción no sea forzada, sino voluntaria.
15Quizá por eso se alejó algún tiempo, para que ahora lo recuperes para siempre,
16no ya como siervo, sino más que siervo, como hermano muy amado, en primer lugar para mí, pero ¡cuánto más para ti!, no sólo en lo humano, sino también en el Señor.
17Por tanto, si me consideras hermano en la fe, acógelo como si fuera yo mismo.
18Si te perjudicó o te debe algo, cárgalo a mi cuenta.
19Yo, Pablo, lo he escrito de mi puño y letra; yo te pagaré, por no decirte que tú mismo te me debes.
20Sí, hermano, que yo reciba de ti este gozo en el Señor. Consuela en Cristo mi corazón.
Salmo Responsorial
Salmo 146:7-10
7que hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos. El Señor libera a los cautivos;
da pan a los hambrientos. El Señor libera a los cautivos;
8el Señor abre los ojos a los ciegos;
el Señor endereza a los que se encorvan; el Señor ama a los justos.
el Señor endereza a los que se encorvan; el Señor ama a los justos.
9El Señor guarda a los extranjeros,
sustenta al huérfano y a la viuda, pero tuerce el camino de los impíos.
sustenta al huérfano y a la viuda, pero tuerce el camino de los impíos.
10El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de generación en generación.
tu Dios, Sión, de generación en generación.
Evangelio
Lucas 17:20-25
20Interrogado por los fariseos sobre cuándo llegaría el Reino de Dios, él les respondió:
—El Reino de Dios no viene con espectáculo;
—El Reino de Dios no viene con espectáculo;
21ni se podrá decir: «Mirad, está aquí», o «está allí»; porque daos cuenta de que el Reino de Dios está ya en medio de vosotros.
22Y les dijo a los discípulos:
—Vendrá un tiempo en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis.
—Vendrá un tiempo en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis.
23Entonces os dirán: «Mirad, está aquí», o «mirad, está allí». No vayáis ni corráis detrás.
24Porque, como el relámpago fulgurante brilla de un extremo a otro del cielo, así será en su día el Hijo del Hombre.
25Pero es necesario que antes padezca mucho y sea reprobado por esta generación.
Primera Lectura
Efesios 4:1-7, 11-13
1Así pues, os ruego yo, el prisionero por el Señor, que viváis una vida digna de la vocación a la que habéis sido llamados,
2con toda humildad y mansedumbre, con longanimidad, sobrellevándoos unos a otros con caridad,
3continuamente dispuestos a conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz.
4Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como habéis sido llamados a una sola esperanza: la de vuestra vocación.
5Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,
6un solo Dios y Padre de todos: el que está sobre todos, por todos y en todos.
7A cada uno de nosotros, sin embargo, ha sido dada la gracia en la medida en que Cristo quiere otorgar sus dones.
11Él constituyó a algunos como apóstoles, a otros profetas, a otros evangelizadores, a otros pastores y doctores,
12a fin de que trabajen en perfeccionar a los santos cumpliendo con su ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
13hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la plenitud de Cristo,
Salmo Responsorial
Salmo 1:1-4, 6
1Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de impíos, ni se detiene en el camino de pecadores, ni toma asiento con farsantes,
que no sigue el consejo de impíos, ni se detiene en el camino de pecadores, ni toma asiento con farsantes,
2sino que se complace en la Ley del Señor,
y noche y día medita en su Ley.
y noche y día medita en su Ley.
3Será como un árbol
plantado al borde de la acequia, que da fruto a su tiempo, y no se marchitan sus hojas: cuanto hace prospera.
plantado al borde de la acequia, que da fruto a su tiempo, y no se marchitan sus hojas: cuanto hace prospera.
4No así los impíos, no así.
Son como polvo que dispersa el viento.
Son como polvo que dispersa el viento.
6Porque el Señor vela sobre el camino de los justos,
mientras el de los impíos acaba en perdición.
mientras el de los impíos acaba en perdición.
Evangelio
Juan 17:20-26
20»No ruego sólo por éstos, sino por los que van a creer en mí por su palabra:
21que todos sean uno; como Tú, Padre, en mí y yo en Ti, que así ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que Tú me has enviado.
22Yo les he dado la gloria que Tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno.
23Yo en ellos y Tú en mí, para que sean consumados en la unidad, y conozca el mundo que Tú me has enviado y los has amado como me amaste a mí.
24Padre, quiero que donde yo estoy también estén conmigo los que Tú me has confiado, para que vean mi gloria, la que me has dado porque me amaste antes de la creación del mundo.
25Padre justo, el mundo no te conoció; pero yo te conocí, y éstos han conocido que Tú me enviaste.
26Les he dado a conocer tu nombre y lo daré a conocer, para que el amor con que Tú me amaste esté en ellos y yo en ellos.