San Clemente

23 de Noviembre

San Clemente
Papa
Año 101

Oremos por nuestro actual Pontífice, para que a imitación
de San Clemente y los demás Pontíficessantos que
ha tenido la Iglesia Católica, sepa guiar sabiamente
a los que seguimos la santareligión de Cristo.

Cuando los persigan no tengáis temor porque
el Espíritu Santo hablará por vosotros (Jesucristo).

San Clemente fue el tercer sucesor de San Pedro (después de Lino y Cleto) y gobernó a la Iglesiadesde el año 93 hasta el 101.
El año 96 escribió una carta a Los Corintios, que es el documento Papal más antiguo que seconoce (Después de las cartas de San Pedro). En esa carta da muy hermosos consejos, yrecomienda obedecer siempre al Pontífice de Roma (Entre otras cosas dice: "el que se conservapuro no se enorgullezca por ello, porque la pureza es un regalo gratuito de Dios y no una conquistanuestra").
Por ser cristiano fue desterrado por el emperador Trajano a Crimea (al sur de Rusia) y condenadoa trabajos forzados a picar piedra con otros dos mil cristianos. Las actas antiguas dicen que estosle decían: "Ruega por nosotros Clemente, para que seamos dignos de las promesas de Cristo".
San Ireneo (que vivió en el siglo segundo) dice que Clemente vio a los santos apóstoles Pedro yPablo y trató con ellos. Las Actas antiguas añaden que allá en Crimea convirtió a muchísimos paganos y los bautizó. Losobreros de la mina de mármol sufrían mucho por la sed, porque la fuente de agua más cercanaestaba a diez kilómetros de distancia. El santo oró con fe y apareció allí muy cerca una fuete deagua cristalina. Esto le dio más fama de santidad y le permitió conseguir muchas conversionesmás.
Un día las autoridades le exigieron que adorara a Júpiter. Él dijo que no adoraba sino al verdaderoDios. Entonces fue arrojado al mar, y para que los cristianos no pudieran venerar su cadáver, le fueatado al cuello un hierro pesadísimo. Pero una gran ola devolvió su cadáver a la orilla.
San Cirilo y San Metodio llevaron a Roma en el año 860 los restos de San Clemente, los cualesfueron recibidos con gran solemnidad en la Ciudad Eterna, y allá se conservan.