DE DOS EN DOS

"La parábola del rico insensato nos enseña que las posesiones terrenales son fugaces y no pueden satisfacer nuestras necesidades más profundas. Debemos buscar los bienes eternos que perduran para siempre". San Juan Pablo II

"La parábola del rico y Lázaro nos advierte sobre el juicio divino sobre el uso de la riqueza, recordándonos que seremos responsables de cómo utilizamos los recursos que Dios nos ha confiado". Benedicto XVI

"La parábola del fariseo y el publicano nos enseña la importancia de la humildad en nuestra relación con Dios, mostrando que aquellos que se humillan serán exaltados por Él". Papa Francisco

La parábola de la higuera estéril nos enseña que cada uno de nosotros debe rendir cuentas ante Dios por nuestra vida y nuestras acciones, llamándonos a una respuesta activa y fructífera a su llamado". San Juan Pablo II

Jesús se presenta como el buen pastor que da la vida por sus ovejas, mostrando el amor y la entrega radical que Dios tiene por cada uno de nosotros." Papa Francisco

"Cuando encontramos a Dios y nos encontramos con su amor, experimentamos una alegría indescriptible que llena nuestros corazones de felicidad." Benedicto XVI

"La parábola de la red nos muestra la paciencia y la misericordia de Dios, quien nos da tiempo para arrepentirnos y convertirnos antes del juicio final". San Juan Pablo II

"La parábola del sembrador nos recuerda que el mensaje del Evangelio puede ser rechazado por aquellos cuyos corazones están cerrados y endurecidos por el pecado". Benedicto XVI

"La parábola del hijo pródigo nos muestra la inmensidad de la misericordia de Dios, que siempre nos espera con los brazos abiertos, listo para perdonar". Papa Francisco

"La parábola nos enseña que en la vida, el bien y el mal pueden parecer similares a primera vista, pero con el tiempo se revelará su verdadera naturaleza". San Juan Pablo II

"El Reino de Dios es pequeño en su inicio, pero crece hasta abrazar toda la creación, transformándola en un lugar de comunión". San Juan Pablo II

La educación es clave en el desarrollo integral de la persona. Los laicos son llamados a involucrarse y trabajar por una educación que englobe a la persona toda: cuerpo, alma e intelecto.

Los laicos, como en todas las épocas, tienen retos particulares a los que se enfrentan y, los cuales, trata de resolver

La vocación del laico pasa por la construcción de un mundo más justo, buscando el desarrollo integral del hombre

Los laicos están llamados a reconocer el verdadero valor de la riqueza y administrarla bajo los principios de justicia, compasión y sustentabilidad.