Al cardenal López Trujillo, 01 de octubre del 2007

Autor: Benedicto XVI

 

CARTA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
EN VISTA DEL VI ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS
QUE SE CELEBRARÁ EN MÉXICO DEL 16 AL 18 DE ENERO DE 2009

Al Señor Cardenal Alfonso López Trujillo
Presidente del Consejo Pontificio para la Familia

El 9 de julio de 2006, al concluir el V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia, España, tuve el gusto de anunciar la designación de la Arquidiócesis de México como sede del VI Encuentro. Éste, en continuidad con el inolvidable acontecimiento del año pasado, tendrá lugar del 16 al 18 de enero de 2009 con el tema: “La familia, formadora en los valores humanos y cristianos”.

Como primera escuela de vida y de fe, y como “iglesia doméstica”, la familia está llamada a educar a las nuevas generaciones en los valores humanos y cristianos para que, orientando su vida según el modelo de Cristo, forjen en ellas una personalidad armónica. En esta tarea tan decisiva para la persona humana, que no se reduce sólo a saber utilizar las realidades que tiene al alcance de la mano, sino que tiende sobre todo a buscar y comprometerse con los ideales y modelos de conducta que le hacen “superior al universo entero” (Gaudium et spes, 14), se ha de contar también con el apoyo de la escuela, de la parroquia y de los diversos grupos eclesiales que favorecen una educación integral del ser humano.

En unos momentos en que se advierte una frecuente disociación entre lo que se dice creer y el modo concreto de vivir y comportarse, este próximo Encuentro Mundial de las Familias se propone alentar a los hogares cristianos en la formación de una recta conciencia moral que, fortalecida por la gracia de Dios, ayude a seguir fielmente su voluntad que nos ha revelado por medio de Jesucristo y que ha sembrado en lo más íntimo del corazón de cada persona (cf. ib. 16)

En esta ocasión, deseo saludar cordialmente a mis Hermanos Obispos de esa querida Nación, de modo especial al Señor Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo de México, comunidad eclesial que acogerá a las familias que, de tantas partes del mundo, participarán en este importante Encuentro.

Pido al Señor que el proceso de preparación y la celebración de este acontecimiento esté iluminado por su gracia y sea para las familias, tanto las que estén presentes como las que se unan espiritualmente, una ocasión especial para vivir con gozo su propia vocación y misión. Con estos sentimientos, las encomiendo a la Sagrada Familia de Nazaret y las bendigo con todo mi afecto.

Vaticano, 1 de octubre de 2007

BENEDICTUS PP. XVI

 

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