Ángelus del domingo 21 de agosto de 1988

Autor: Juan Pablo II

JUAN PABLO II

ÁNGELUSDomingo 21 de agosto de 1988

1. Nuestra peregrinación dominical nos lleva hoy al lejano Oriente, exactamente al santuario de la Virgen de Sesán, en China, elevado a la dignidad de basílica menor en 1942.

Sesán se encuentra a 50 kilómetros de Shanghai. Gracias a la belleza del paisaje y a su clima templado, la colina de Sesán constituye un lugar de gran atracción turística. En el siglo XVIII, dos emperadores fueron desde Pekín a visitarlo. Uno de ellos, el famoso Kangxi, le dio el nombre de "Monte del bambú verde". De hecho, la colina se halla cubierta de este tipo característico de plantas, que la pintura china de todas las épocas reproduce con tanta gracia, y cuyos brotes, por otra parte, son considerados un plato predilecto en ese antiguo pueblo.

2. La evangelización llegó a Sesán en 1844. Los misioneros construyeron allí una casa de cinco habitaciones, dedicando una de ellas a capilla y las otras a lugar de descanso. En 1864 un religioso seglar, de nacionalidad china, edificó sobre la cima de la colina un quiosco hexagonal, donde colocó una imagen de la Virgen pintada por él y venerada bajo el título de "Auxilio de los Cristianos". La devoción a la Virgen de Sesán, "Auxilio de los Cristianos", se difundió desde entonces por toda la región, y se celebra con toda solemnidad la fiesta anual el día 24 de mayo.

Actualmente hay en Sesán dos iglesias: una, a mitad de la colina y, otra, en lo alto de la misma. Esta última fue construida en 1873 y reconstruida en 1925: tiene una torre de 33 metros de altura, en cuya parte superior había una estatua de bronce de la Virgen, que sostenía a su Hijo Jesús en alto. Al tener éste los brazos abiertos en actitud de bendecir, el conjunto parecía desde lejos una gran cruz elevada sobre China.

La iglesia que está a mitad de la colina fue construida en 1894. En los laterales de la entrada hay dos inscripciones. Una dice: "La pequeña capilla está a mitad de la colina; parémonos un momento para acrecentar nuestro afecto filial a la Virgen". La otra inscripción dice así: "La iglesia grande se halla sobre la cima de la colina: subamos los escalones que nos quedan, para suplicar la bendición de la Madre afectuosa".

3. En torno a Sesán hay muchos canales. Los numerosos pescadores, que viven en sus barcas, son en su mayoría fervientes católicos. Todos los años, durante el mes de mayo, van en peregrinación al santuario, y a ellos se unen otros peregrinos procedentes de distintas partes del país. Durante este Año Mariano las peregrinaciones se han sucedido ininterrumpidamente a lo largo de todos los meses. Deseo unirme espiritualmente a la peregrinación de los fieles chinos, encomendándome a sus oraciones. Junto a ellos, presento mi acto de devoción filial a la Virgen de Sesán, encomendándole mi solicitud por toda la Iglesia, y de modo especial por la Iglesia de China.

¡Maria, auxilium christianorum, ora pro nobis!

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