Ángelus del domingo 24 de junio de 1984

Autor: Juan Pablo II

JUAN PABLO II

ÁNGELUS

Domingo 24 de junio de 1984

1. "El Señor me llamó en las entrañas de mi madre y pronunció mi nombre" (Is 49, 1).

Hoy la Iglesia celebra la natividad de San Juan Bautista.

Esta natividad es, al mismo tiempo, vocación. Dios llamó por su nombre a Juan en el seno de su madre Isabel, mujer de Zacarías.

Él debía presentarse en el camino de la revelación divina como el último de los profetas de la Antigua Alianza y, a la vez, como el Precursor de Jesucristo, en quien se cumple la Nueva y Eterna Alianza de Dios con la humanidad.

El día de la circuncisión de Juan, su padre Zacarías, en el himno de acción de gracias a Dios, pronunció las siguientes palabras:

"Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, / porque irás delante del Señor / a preparar sus caminos" (Lc 1, 76).

La Iglesia, desde los tiempos más antiguos, ha rodeado de particular veneración a San Juan Bautista, su vocación y su misión especial.

En esta vocación y misión la Iglesia vuelve a encontrarse a sí misma como heredera de la Antigua Alianza y, al mismo tiempo, se siente llamada a dar testimonio de Jesucristo, Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (cf. Jn 1, 29).

"No ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista" (Mt 11, 11).

2. Hoy queremos recordar también, con veneración y amor, al Papa Pablo VI, que recibió, el día de su bautismo, el nombre de Juan Bautista. Al encomendar su a alma al Eterno Padre, damos gracias por todo el ministerio que pudo realizar en la sede de Pedro durante los años 1963-1978, preparando el "camino del Señor" para la Iglesia en el mundo contemporáneo.

3. Hoy, en Italia y en varias naciones, se celebra la solemnidad del "Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo", y los fieles están invitados a renovar y a vivir la fe en la presencia real, a recibir a Cristo Eucaristía, según su misma invitación: "El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mi y yo en él" (Jn 6, 56).

Manifestaciones particulares del culto eucarístico, como es sabido son los Congresos Eucarísticos, especialmente los Congresos Eucarísticos internacionales, que han de ser considerados como una etapa, en que la Iglesia universal está invitada a profundizar en algún aspecto del misterio del Cristo Eucarístico y a rendirle el homenaje de la pública y solemne adoración, con el vínculo de la caridad y de la unión.

Por tanto, quisiera llamar ya desde ahora la atención de toda la Iglesia sobre el próximo Congreso Eucarístico internacional, que se celebrará el año próximo en Nairobi (Kenya) del 11 al 18 de agosto, y que tendrá como tema "La Eucaristía y la familia cristiana".

Este gran acontecimiento eclesial debe interesar no sólo a Kenya y África, sino a toda la Iglesia: a cada diócesis, a cada parroquia, comunidades religiosas, asociaciones católicas, movimientos laicales; todos deben sentirse llamados a participar en él espiritualmente con una catequesis más intensa sobre la Eucaristía, como misterio de Cristo viviente y operante en la Iglesia y en las familias.

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