Ángelus del viernes 6 de enero de 1989

Autor: Juan Pablo II

JUAN PABLO II

ÁNGELUS

Viernes 6 de enero de 1989
Fiesta de la Epifanía del Señor

 

Amadísimos hermanos y hermanas:

1. Después de haber celebrado en la basílica de San Pedro la solemne liturgia de la Epifanía del Señor con la ordenación de trece nuevos obispos, provenientes de diversas naciones, nos encontramos ahora para rezar la plegaria del Ángelus, dándole gracias al Señor porque, una vez más, manifiesta en su Iglesia el don de la universalidad de la misión, y la conforta con la esperanza de que todos los pueblos puedan ser llevados al conocimiento y a la contemplación de la gloria del Hijo de Dios.

Deseo hoy tener un recuerdo especial por nuestros hermanos del Oriente cristiano, católicos y ortodoxos, quienes, observando el antiguo calendario llamado "juliano", se preparan a celebrar mañana la solemnidad del nacimiento de Cristo. Así, pues, el misterio navideño de la Epifanía nos une felizmente con el gozo de todas las Iglesias bizantinas por la celebración del nacimiento de Jesús. Por lo tanto, hoy sube hacia Dios una única alabanza por el misterio del Verbo Encarnado, una única expresión de fe por parte de las Iglesias de Oriente y de Occidente, que cantan juntas la gloria del Hijo de Dios que nació por nosotros de la Virgen.

2. En el contexto de la solemnidad de la Epifanía, en que la Iglesia toma de nuevo conciencia de su deber de estar sin desmayo al servicio de la manifestación de Cristo a todos los pueblos, tengo el gozo de anunciar una iniciativa de gran importancia para la difusión del Evangelio.

Acogiendo la petición, manifestada muchas veces y en momentos distintos por los obispos africanos, por sacerdotes, teólogos y exponentes del laicado, de que se promueva una orgánica solidaridad pastoral en todo el territorio africano e islas anejas, he decidido convocar una asamblea especial para África del Sínodo de los Obispos bajo el tema: "La Iglesia en África hacia el tercer milenio".

Para dar una dirección concreta e inmediata a esta especial asamblea africana del Sínodo de los Obispos, he constituido una comisión ante-preparatoria, cuya tarea será elaborar la materia, la estructuración y las normas de la misma celebración del Sínodo.

La comisión ante-preparatoria ofrecerá su ayuda a la Secretaría general del Sínodo de los Obispos y podrá contar de modo particular con la colaboración de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Estará formada por los Presidentes de los organismos, tanto continental como regionales del Episcopado africano.

Al dar gracias al Señor porque en el Pueblo de Dios crece y se profundiza la conciencia de ser partícipes de la responsabilidad misionera de la Iglesia, os invito a recordar en la oración al continente africano, esa tierra bendita que acogió a Jesús desterrado con su familia, y recibió el mensaje de Cristo desde los primeros tiempos.

Pidamos que esta nueva iniciativa sinodal, con la ayuda de Dios, pueda ser para la Iglesia universal y para todas las Iglesias particulares en tierra africana, un momento privilegiado en el camino de fe de esas queridas poblaciones a las que me siento tan cercano.

Confiemos este deseo a la intercesión de la Virgen María.

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