Carta con motivo del 50 aniversario de sacerdocio del cardenal Bertone, 1 junio 2010-Benedicto XVI

Autor: Benedicto XVI

 

CARTA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
AL CARDENAL TARCISIO BERTONE CON OCASIÓN
DEL 50 ANIVERSARIO DE SU ORDENACIÓN SACERDOTAL

Al Venerado Hermano Nuestro
Cardenal Tarcisio Bertone, s.d.b.
Secretario de Estado y Camarlengo de la santa Iglesia romana

Dado que existe entre nosotros una recíproca y asidua familiaridad, que deriva del hecho de encontrarnos casi diariamente juntos, es digno y justo que dirija en persona la expresión de felicitación de nuestro ánimo a ti, que cumples el quincuagésimo año de ordenación presbiteral. Con todo, además de esta tarea, para nosotros muy grata, a través de esta carta nuestra deseamos comunicarte nuestro pensamiento, a fin de que nuestra consideración respecto a tu persona resulte más manifiesta.

Mientras atravesamos tiempos difíciles, te invitamos a que recuerdes las cosas más gozosas del pasado, cuando por la imposición de manos del venerado hermano Albino Mensa, fuiste promovido al orden sagrado, rodeado de familiares y hermanos religiosos. No escapa a nuestra atención cuánto, a continuación, perfeccionado en las materias jurídicas, te dedicaste a educar y a guiar con la enseñanza y los escritos a los jóvenes, tanto dentro como fuera de tu familia salesiana.

Por lo tanto, no suscita ningún estupor que hayas tenido una importante posición y estima ante nuestro predecesor, el venerable siervo de Dios Juan Pablo II, quien te quiso arzobispo de Vercelli y allí fiel anunciador de los beneficios divinos. Por deseo del mismo Romano Pontífice a continuación comenzaste a ejercer la tarea de secretario de la Congregación para la doctrina de la fe, estableciendo con nosotros una feliz familiaridad en el trabajo común.

Igualmente en la Iglesia en Génova, a la que dedicaste tu celo y tus esfuerzos apostólicos, se encuentran en diversos lugares los testimonios de tu ministerio pastoral, del que reconocemos el provecho que tuvo para la comunidad eclesial y donde conseguiste un título más ilustre mediante tu agregación al Colegio de los padres cardenales.

Trayendo a la memoria tiempos más recientes, te hemos querido cercano colaborador, eligiéndote como secretario de Estado con quien compartir decisiones y tareas. Sin duda te estás prodigando con gran compromiso y pericia en la participación de nuestros proyectos pastorales relativos a la Iglesia universal y en nuestras iniciativas dirigidas al mundo entero, a fin de que la familia de Dios se fortalezca y el mundo sea cada vez más armonioso.

Por ello, mientras nos alegramos de corazón por el recuerdo del gozoso inicio de tu sacerdocio, te expresamos estos sentimientos de estima y nuestra afectuosa felicitación, a la vez que, por intercesión de la santísima Virgen María Auxiliadora y de san Juan Bosco, imploramos abundante la recompensa del Divino Maestro. Por último, venerado hermano nuestro, te impartimos con afecto fraterno la bendición apostólica, destinada abundantemente también a cuantos a ti están unidos por vínculos de familia y de trabajo.

Ciudad del Vaticano, 1 de junio de 2010, sexto de nuestro pontificado

BENEDICTUS PP. XVI

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