Metropolita de Kiev, 26-abril-2001

Autor: Juan Pablo II

 

MENSAJE DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
A SU BEATITUD VOLODYMYR,
METROPOLITA DE KIEV Y DE TODA UCRANIA

   

A Su Beatitud VOLODYMYR
Metropolita de Kiev y de toda Ucrania

He recibido la carta que usted me dirigió, entregada en la sede de la nunciatura apostólica, en Kiev, el pasado 23 de enero. Deseo asegurarle que he leído con atención cuanto Su Beatitud ha querido manifestarme con respecto a mi peregrinación apostólica a Ucrania que, por invitación de los obispos católicos y del presidente de la República de ese país, me dispongo a realizar, con la gracia de Dios, el próximo mes de junio.

Quiero aprovechar la ocasión de dirigirle esta carta a usted, venerado hermano, para asegurarle que, como Pastor supremo de la Iglesia católica, finalmente, después de varias invitaciones, podré responder a un vivo deseo de los católicos ucranios, muy numerosos y muy arraigados en el país, encontrarme con ellos y confirmarlos en la fe en Jesucristo, nuestro único Señor. El nuncio apostólico en Kiev, arzobispo Nikola Eterovic, le ha mantenido informado de esas invitaciones, así como del programa de mi visita.

Con este espíritu me dispongo a ir como peregrino a la amada y noble tierra de Ucrania. Me impulsan sentimientos de alegría por el encuentro con los hermanos e hijos católicos, y sentimientos de afecto y fraternidad evangélica hacia cuantos, en esa nación, comparten la fe en Cristo y quieren testimoniar en el mundo, como nosotros, el amor de Dios Padre, manifestado en su Hijo Jesús con la fuerza del Espíritu Santo.

Así pues, mi próxima visita también quiere mostrar una constante y respetuosa atención a los hermanos ortodoxos, además del firme compromiso de seguir recorriendo el camino del diálogo en la verdad y en la caridad. Signo de este entendimiento profundo, decidido a superar cualquier problema que haya surgido entre nosotros, es la Comisión mixta de miembros de la Iglesia greco-católica ucrania y de la Iglesia ortodoxa ucrania -que incluye a dos representantes del patriarcado de Moscú y a dos de la Santa Sede-, restablecida para cumplir el deseo de Su Santidad el Patriarca Alexis II de examinar las relaciones entre católicos y ortodoxos en Ucrania occidental. Espero vivamente que esa Comisión empiece cuanto antes su actividad.

Precisamente para subrayar este anhelo de unidad, siguiendo el mandato del Maestro divino, "ut unum sint", tengo gran deseo de encontrarme también con usted, venerado hermano, durante mi viaje, y manifestarle personalmente, con un abrazo fraterno, el amor que siento por usted y por todos los fieles de la Iglesia ortodoxa ucrania.

Que, mientras tanto, el Señor nos conceda la certeza de la participación común en el deseo de unidad entre todos los cristianos. Este deseo es indispensable para que el anuncio del Evangelio resuene con renovado impulso en todo el mundo, hasta que llegue el día, esperado por todos, del gozoso encuentro con Cristo Resucitado, Señor del universo.Vaticano, 26 de marzo de 2001