Misión para la Palestina. Silvestrini

Autor: Juan Pablo II

 

MENSAJE DEL SANTO PADRE
AL CARDENAL SILVESTRINI EN EL 50 ANIVERSARIO
DE LA MISIÓN PARA PALESTINA

 

A mi venerado hermano
Cardenal ACHILLE SILVESTRINI
Prefecto de la Congregación para las Iglesias orientales

Mientras la Misión pontificia para Palestina se reúne en Belén, Ammán y Beirut para celebrar el 50° aniversario de su fundación, envío mis saludos a través de usted a todos los que comparten el servicio de caridad de la Misión, y les aseguro mis oraciones por el éxito permanente de la labor que realizan tan admirablemente en nombre del Señor Jesús.

La Misión, fundada en el período difícil que siguió después de la segunda guerra mundial, se esforzó al inicio por asistir a los refugiados y desplazados. Desde entonces, la Tierra Santa ha vivido otros conflictos; por eso, la necesidad de la labor de la Misión no ha disminuido, sino que ha cambiado de carácter. Con la gracia de Dios y el apoyo de numerosas personas, la Misión ha logrado servir a los pueblos de esa región, proporcionando ayuda a una red cada vez más amplia de instituciones educativas, sanitarias y sociales, que tratan de curar las heridas de los conflictos y la violencia. Pido fervientemente a Dios que el testimonio de solidaridad de la Misión siga asegurando el desarrollo integral de los pueblos de esa región, para que la paz reine finalmente en la tierra que el Señor mismo amó tanto.

Encomendando la labor de la Misión a la protección de María, la gran Madre de Dios, imparto cordialmente mi bendición apostólica al presidente de la Misión pontificia, monseñor Robert Stern, a su personal, a sus bienhechores y a sus miembros.

Vaticano, 22 de noviembre de 1999