Séptimo Domingo
Oración para todos los domingos
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Señor Dios, Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas. ¿Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a Tu Majestad? Señor: Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tu has dicho: "Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pida al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe". Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. Amén.
Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.
Consideración: Jesús multiplica los panes
Lectura del Santo Evangelio según San Juan: (Jn 6, 1-15)
Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos.
Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos.
Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: «¿Dónde vamos a comprar panes para que coman éstos?» Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco.»
Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?»
Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente.» Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos 5.000.
Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda.»
Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.
Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo.»
Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo.
Palabra de Dios.
Historia de la Devoción al Niño Jesús en Colombia
Desde 1907 la devoción al Divino Niño ha venido extendiéndose por todo Colombia. Primero fueron las comunidades Carmelitas y después la Comunidad Salesiana, quienes se han encargado de difundirla, pero los que más han propagado la devoción han sido las personas que han recibido favores prodigiosos del Divino Principito. Recordemos uno sucedido en 1915 y que contribuyó mucho a difundir esta devoción. Está afirmado con juramento y apoyado por la firma del Sr. Obispo. Dice así: " Mi hija María de 18 años venía padeciendo terribles dolores de reumatismo. Eran tan grandes los dolores que padecía y tan devastadora la inmovilidad que el reumatismo le estaba produciendo, que viéndola ya en peligro de muerte llamamos al sacerdote que la confesó y le administró el viático y la extremaunción.
No podía hacer el menor movimiento de pies o de manos sin sentir agudísimos dolores. Los medicamentos de los médicos no le producían ninguna mejoría. Uno de los mejores médicos de la ciudad venía cada día a visitarla, pero los ataques reumáticos eran cada día más fuertes y le daban unas convulsiones que la dejaban medio muerta.
El 10 de noviembre del año pasado cuando en uno de los terribles ataques creí que se moría, al ver que recobraba otra vez el habla, se me ocurrió una idea: corrí a mí habitación y me traje una imagencita del Divino Niño que nosotros veneramos con mucho cariño, y acercándome a la enferma le dije: `Hija, nuestro Señor hizo la promesa de que si le pedimos por los méritos de su infancia, nuestra oración será escuchada. Pidámosle por los méritos de sus 12 primeros años de vida que si te conviene para la salud del alma, te conceda la salud del cuerpo. Dale un beso a la imagen del Divino Niño y la colocamos luego junto a los pies que tanto te duelen`
Ella besó amorosamente al queridísimo Niño Jesús y luego colocamos la imagen en el lecho, junto a la enferma y rezamos con toda fe.
Pasada una hora, de pronto mi hija gritó entusiasmada: `Papá, papá, estoy curada `. Y para demostrarme que si era verdad, movía los brazos y los pies en todas direcciones sin sentir el menor dolor (siendo que hasta hacía unos minutos al menor movimiento de un brazo o de u pié daba un grito de dolor) Estaba totalmente curada.
Pronto nos reunimos todos los familiares y emocionados dimos gracias al milagroso Niño Jesús que hace tales maravillas. Después de 11 meses mi hija se encuentra muy robusta y sin el más mínimo dolor de reumatismo y recomendamos a las personas necesitadas a que en cualquier angustia, dolor o necesidad invoquen con toda confianza al Niño Jesús que tanto goza ayudando a los necesitados. El señor Obispo que nos honra con su amistad y que ha venido varias veces a visitar a la enferma, atestigua también este milagro que los médicos no han logrado explicar.
Certificamos que esta declaración es verdadera, firmado: Mr. Heladio, Obispo de Cali.
Firmado, con inmensa gratitud al Niño Jesús: Manuel Sinistera. Cali – 1916. Con favores semejantes el Divino Niño Jesús ha ido tomando posesión del corazón de miles y miles de Colombianos y hoy es difícil encontrar alguna ciudad importante del país donde no haya una imagen del Divino Niño. Sus devotos al propagar los favores que han recibido, van infundiendo cada vez más su devoción. "Lo que pidieres al Padre en mi nombre, os lo concederá"
Habla Jesús:
¿Sientes acaso tristeza o mal humor? Cuéntame. Cuéntame alma desolada, tus tristezas con todos sus pormenores. ¿Quién te hirió? ¿Quién lastimó tu amor propio? ¿Quién te ha menospreciado? Dime si te sale mal tu empresa y yo te diré las causas del mal éxito. ¿No quisieras interesarme algo en tu favor?
Acércate a mi corazón que tiene bálsamo eficaz para todas esas heridas del tuyo. Dame cuenta de todo y acabarás en breve por decirme que a semejanza de Mí, todo lo perdonas, todo lo olvidas, porque "las personas de esta vida no son comparables con la inmensa gloria que nos espera como premio en la eternidad de".
¿Sientes desvío de parte de lagunas personas que antes te quisieron bien, y ahora olvidadas se alejan de ti sin que les hayas dado motivo? Ruega por ellas. Mi amigo Job rezó por los que le correspondían muy ingratamente, y la bondad divina los perdonó y los volvió a su amistad.
Práctica: Hablaré de algo que agrade y haga bien al alma.
Oh Divino Niño
Mi Dios y Señor
Tú serás el Dueño
De mi corazón.
Niño amable de mi vida
Consuelo de los cristianos.
La gracia que necesito
Pongo en tus benditas manos.
Oh Divino Niño….
Tú sabes mis pesares
Pues todos te los confío
Da la paz a los turbados
Y alivio al corazón mío.
Oh Divino Niño….
Y aunque tu amor no merezco
No recurriré a Ti en vano
Pues eres Hijo de Dios
Y consuelo del cristiano.
Oh Divino Niño….
Acuérdate oh Niño Santo
Que jamas se oyó decir
Que alguno té aya implorado
Sin tu auxilio recibir.
Oh Divino Niño….
Por eso con fe y confianza
Humilde y arrepentido
Lleno de amor y confianza
Este favor yo te pido.
Oh Divino Niño…
Oración final
Oh Jesús: "Tu has dicho: todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado". Por eso vengo a pedirte con toda fe: (Mencionar favor a pedir)
Jesús mío, mi amor, mi hermoso Niño:
Te amo tanto, Tu lo sabes, pero quiero amarte más, amarte hasta morir.
Ven a mí, Niño Jesús, ven a mi corazón, deja que yo te adore, humildemente arrepentido de mis pecado.
Ven a mi, Niño Jesús, ven a mi corazón, deja que yo te adore, humildemente arrepentido de mis pecados.
Pastorcito de mi alma: contigo nada me falta, me conduces a fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas, Tú me guiarás por el buen camino, por el honor de tu Nombre. Aunque camine por sendas oscuras nada temo porque Tu vas conmigo, Tu Cetro poderoso me defiende, Tu Bondad y Tu Misericordia me acompañarán todos los días de mi vida.
Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma: Soy todo tuyo: tuyo es mi ser pues lo creaste; tuya es mi alma pues la redimiste en la cruz con el precio de tu Sangre.
Te proclamo como mi Salvador y mi Amigo: Como mi Rey, mi Creador y Redentor. Te adoro como a mi Dios y Soberano Señor.
Demuéstrame una vez mas que me amas, oh Niño Jesús y dame tu amor eterno y tu santa bendición, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.