Misa Diaria y Lecturas

¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.

Viernes 10 de febrero de 2023

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Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.

El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

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Santa Escolástica, Virgen (Memoria)

Primera Opción
Segunda Opción

Primera Lectura

Génesis 3:1-8

1La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que había hecho el Señor Dios, y dijo a la mujer:
—¿De modo que os ha mandado Dios que no comáis de ningún árbol del jardín?
2La mujer respondió a la serpiente:
—Podemos comer del fruto de los árboles del jardín;
3pero Dios nos ha mandado: «No comáis ni toquéis el fruto del árbol que está en medio del jardín, pues moriríais».
4La serpiente dijo a la mujer:
—No moriréis en modo alguno;
5es que Dios sabe que el día que comáis de él se os abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal.
6La mujer se fijó en que el árbol era bueno para comer, atractivo a la vista y que aquel árbol era apetecible para alcanzar sabiduría; tomó de su fruto, comió, y a su vez dio a su marido que también comió.
7Entonces se les abrieron los ojos y conocieron que estaban desnudos; entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron.
8Y cuando oyeron la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, el hombre y su mujer se ocultaron de la presencia del Señor Dios entre los árboles del jardín.

Salmo Responsorial

Salmo 32:1-2, 5-7

1De David. Masquil.
Dichoso el que es perdonado de la culpa, y le ha sido cubierto su pecado.
2Dichoso el hombre a quien el Señor no le imputa delito
y en cuyo espíritu no hay dolo.
5Te declaré mi pecado, no te oculté mi delito.
Dije: «Confesaré mis culpas al Señor». Y Tú perdonaste mi culpa y mi pecado.
6Por eso, que todo fiel te suplique
en tiempo de necesidad: cuando inunden aguas caudalosas a él no le alcanzarán.
7Tú eres mi refugio, me salvas de la angustia,
me rodeas del gozo de la salvación.

Evangelio

Marcos 7:31-37

31De nuevo, salió de la región de Tiro y vino a través de Sidón hacia el mar de Galilea, cruzando el territorio de la Decápolis.
32Le traen a uno que era sordo y que a duras penas podía hablar y le ruegan que le imponga la mano.
33Y apartándolo de la muchedumbre, le metió los dedos en las orejas y le tocó con saliva la lengua;
34y mirando al cielo, suspiró, y le dijo:
—Effetha —que significa: «Ábrete».
35Y se le abrieron los oídos, quedó suelta la atadura de su lengua y empezó a hablar correctamente.
36Y les ordenó que no se lo dijeran a nadie. Pero cuanto más se lo mandaba, más lo proclamaban;
37y estaban tan maravillados que decían:
—Todo lo ha hecho bien, hace oír a los sordos y hablar a los mudos.

Primera Lectura

El Cantar de los Cantares 8:6-7

6Grábame como un sello en tu corazón,
como un sello en tu brazo, que fuerte como la muerte es el amor, tenaz como el averno, la pasión. Sus ascuas son ascuas de fuego, sus llamas, llamas del Señor.
7Los océanos no serían capaces
de extinguir el amor, ni los ríos de anegarlo. Si alguien quisiera comprar el amor con toda la fortuna de su casa, hallaría el mayor desprecio.

Salmo Responsorial

Salmo 148:1-2, 11-14

1¡Aleluya!
Alabad al Señor desde los cielos, alabadle en las alturas.
2Alabadle, todos sus ángeles,
alabadle, todos sus ejércitos.
11reyes de la tierra y todos los pueblos,
príncipes y los que gobiernan la tierra;
12jóvenes y doncellas,
ancianos y niños:
13alaben el Nombre del Señor,
porque sólo su Nombre es sublime; su majestad se extiende sobre tierra y cielos.
14Él ensalzó el poder de su pueblo.
Es el himno de alabanza para todos sus fieles, para los hijos de Israel, para el pueblo de su intimidad. ¡Aleluya! 

Evangelio

Lucas 10:38-42

38Cuando iban de camino entró en cierta aldea, y una mujer que se llamaba Marta le recibió en su casa.
39Tenía ésta una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
40Pero Marta andaba afanada con numerosos quehaceres y poniéndose delante dijo:
—Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en las tareas de servir? Dile entonces que me ayude.
41Pero el Señor le respondió:
—Marta, Marta, tú te preocupas y te inquietas por muchas cosas.
42Pero una sola cosa es necesaria: María ha escogido la mejor parte, que no le será arrebatada.