Misa Diaria y Lecturas

¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.

Viernes 7 de julio de 2023

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Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.

El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

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Misa Votiva de la Preciosísima Sangre del Señor

Primera Lectura

Génesis 23:1-4, 19; 24:1-8, 62-67

23
1Sara vivió ciento veintisiete años
2y murió en Quiriat–Arbá, esto es, Hebrón, en tierra de Canaán. Abrahán fue a hacer duelo por Sara y a llorarla.
3Después, se levantó Abrahán de junto a su difunta, y habló a los hititas:
4—Yo soy un extranjero que reside entre vosotros. Dadme en propiedad un sepulcro para enterrar a mi difunta.
19Después de esto, Abrahán dio sepultura a Sara, su mujer, en la cueva del campo de Macpelá, frente a Mambré, es decir, Hebrón, en tierra de Canaán.
24
1Abrahán era anciano, entrado en años, y el Señor le había bendecido en todo.
2Abrahán dijo al siervo más viejo de su casa, el que administraba todo cuanto tenía:
—Pon tu mano bajo mi muslo,
3que te voy a hacer jurar por el Señor, Dios del cielo y Dios de la tierra, que no buscarás para mi hijo una esposa de las hijas de los cananeos entre los que habito;
4sino que irás a mi tierra, a mi patria, y buscarás una esposa para mi hijo Isaac.
5El siervo le contestó:
—Bien, pero si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿he de hacer entonces volver a tu hijo a la tierra de donde saliste?
6Abrahán le respondió:
—Guárdate de llevar allí a mi hijo.
7El Señor, Dios del cielo, que me sacó de la casa de mi padre y de mi tierra natal, y que me habló y me juró diciendo: «Yo daré esta tierra a tu descendencia», Él enviará a su ángel delante de ti, y encontrarás allí una esposa para mi hijo.
8Si ella no quiere venir contigo, quedas desligado de este juramento; pero a mi hijo, no le lleves allí.
62Isaac había vuelto del pozo de Lajay–Roy y habitaba en la región del Négueb.
63Un atardecer salió Isaac al campo a distraerse, y al alzar la vista vio que venían camellos.
64También Rebeca alzó la vista y, al ver a Isaac, se bajó del camello
65y preguntó al siervo:
—¿Quién es aquel hombre que viene por el campo a nuestro encuentro? El siervo respondió: —Es mi amo. Entonces ella tomó el velo y se cubrió.
66El siervo contó a Isaac todo lo que había hecho
67e Isaac condujo a Rebeca a la tienda de Sara, su madre; la tomó consigo y la hizo su esposa. Isaac la amó, y así se consoló de la muerte de su madre.

Salmo Responsorial

Salmo 106:1-5

1¡Aleluya!
Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
2¿Quién podrá contar las proezas del Señor,
anunciar todas sus alabanzas?
3Dichosos los que guardan los preceptos,
los que cumplen la justicia en todo tiempo.
4Acuérdate de mí, Señor, por amor de tu pueblo.
Visítanos con tu salvación,
5para ver la felicidad de tus elegidos,
para sentir la alegría de tu pueblo, y gloriarnos con tu heredad.

Evangelio

Mateo 9:9-13

9Al marchar Jesús de allí, vio a un hombre sentado al telonio, que se llamaba Mateo, y le dijo:
—Sígueme. Él se levantó y le siguió.
10Ya en la casa, estando a la mesa, vinieron muchos publicanos y pecadores y se sentaron también con Jesús y sus discípulos.
11Los fariseos, al ver esto, empezaron a decir a sus discípulos:
—¿Por qué vuestro maestro come con publicanos y pecadores?
12Pero él lo oyó y dijo:
—No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos.
13Id y aprended qué sentido tiene: Misericordia quiero y no sacrificio; porque no he venido a llamar a los justos sino a los pecadores.