Misa Diaria y Lecturas
¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.
Sábado 23 de septiembre de 2023
* Escoja la fecha en el calendario para ver las lecturas | Acceso al calendario para personas invidentes
También puede ver la Santa Misa diaria desde Madrid, España,
cortesía de Magnificat.tv
SIGUE LA MISA DIARIA
¡Recibe el eBook de la Guía para la Misa Global Televisada por correo electrónico y celebra la belleza universal de la Misa!
Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.
El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

San Pío de Pietrelcina, Presbítero (Memoria)
Primera Opción
Segunda Opción
Primera Lectura
1 Timoteo 6:13-16
13Te ordeno en la presencia de Dios, que da vida a todo, y de Cristo Jesús, que dio el solemne testimonio ante Poncio Pilato,
14que conserves lo mandado, sin tacha ni culpa, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;
15manifestación que hará patente en el momento oportuno
el bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y el Señor de los señores;
el bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y el Señor de los señores;
16el único que es inmortal,
el que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A Él, el honor y el imperio eterno. Amén.
el que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A Él, el honor y el imperio eterno. Amén.
Salmo Responsorial
Salmo 100:1-5
1Salmo. De alabanza.
Aclamad al Señor, la tierra entera;
Aclamad al Señor, la tierra entera;
2servid al Señor con alegría,
entrad a su presencia con júbilo.
entrad a su presencia con júbilo.
3Sabed que el Señor es Dios:
Él nos hizo y somos suyos, somos su pueblo y ovejas que Él apacienta.
Él nos hizo y somos suyos, somos su pueblo y ovejas que Él apacienta.
4Entrad por sus puertas con acción de gracias,
en sus atrios con cantos de alabanza, dadle gracias, bendecid su Nombre.
en sus atrios con cantos de alabanza, dadle gracias, bendecid su Nombre.
5Porque el Señor es bueno:
su misericordia es eterna, y su fidelidad, por todas las generaciones.
su misericordia es eterna, y su fidelidad, por todas las generaciones.
Evangelio
Lucas 8:4-15
4Reuniéndose una gran muchedumbre que de todas las ciudades acudía a él, dijo esta parábola:
5—Salió el sembrador a sembrar su semilla; y al echar la semilla, parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y se la comieron las aves del cielo.
6Parte cayó sobre piedras, y cuando nació se secó por falta de humedad.
7Otra parte cayó en medio de las espinas, y habiendo crecido con ella las espinas la ahogaron.
8Y otra cayó en la tierra buena, y cuando nació dio fruto al ciento por uno.
Dicho esto, exclamó: —El que tenga oídos para oír, que oiga.
Dicho esto, exclamó: —El que tenga oídos para oír, que oiga.
9Entonces sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola.
10Él les dijo:
—A vosotros se os ha concedido el conocer los misterios del Reino de Dios, pero a los demás, sólo a través de parábolas, de modo que viendo no vean y oyendo no entiendan.
—A vosotros se os ha concedido el conocer los misterios del Reino de Dios, pero a los demás, sólo a través de parábolas, de modo que viendo no vean y oyendo no entiendan.
11»El sentido de la parábola es éste: la semilla es la palabra de Dios.
12Los que están junto al camino son aquellos que han oído; pero viene luego el diablo y se lleva la palabra de su corazón, no sea que creyendo se salven.
13Los que están sobre piedras son aquellos que, cuando oyen, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; éstos creen durante algún tiempo, pero a la hora de la tentación se vuelven atrás.
14Lo que cayó entre espinos son los que oyeron, pero en su caminar se ahogan a causa de las preocupaciones, riquezas y placeres de la vida y no llegan a dar fruto.
15Y lo que cayó en tierra buena son los que oyen la palabra con un corazón bueno y generoso, la conservan y dan fruto mediante la perseverancia.
Optional Readings
Primera Lectura
Jeremías 9:22-23
22Esto dice el Señor:
«No se jacte el sabio de su sabiduría, ni se jacte el fuerte de su fuerza, ni se jacte el rico de su riqueza,
«No se jacte el sabio de su sabiduría, ni se jacte el fuerte de su fuerza, ni se jacte el rico de su riqueza,
23quien quiera jactarse que se jacte de esto:
de tener inteligencia y conocerme, que Yo soy el Señor, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra, porque en esto me complazco» —oráculo del Señor—.
de tener inteligencia y conocerme, que Yo soy el Señor, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra, porque en esto me complazco» —oráculo del Señor—.
Salmo Responsorial
Salmo 15:1-2, 5, 7-8, 11
1Salmo. De David.
Señor, ¿quién puede morar en tu Tienda? ¿Quién puede habitar en tu monte santo?
Señor, ¿quién puede morar en tu Tienda? ¿Quién puede habitar en tu monte santo?
2El que camina con integridad,
el que practica la justicia, el que habla con corazón sincero,
el que practica la justicia, el que habla con corazón sincero,
5el que no presta a usura su dinero,
ni acepta soborno contra el inocente. El que obra así no vacilará jamás.
ni acepta soborno contra el inocente. El que obra así no vacilará jamás.
Evangelio
Mateo 11:25-30
25En aquella ocasión Jesús declaró:
—Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños.
—Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños.
26Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
27Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.
28»Venid a mí todos los fatigados y agobiados, y yo os aliviaré.
29Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas:
30porque mi yugo es suave y mi carga es ligera.