Misa Diaria y Lecturas

¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.

Lunes 27 de noviembre de 2023

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Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.

El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

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San Francisco Antonio Fasani, Presbítero (Memoria)

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Primera Lectura

Daniel 1:1-6, 8-20

1El año tercero del reinado de Yoyaquim, rey de Judá, Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó a Jerusalén y la sitió.
2El Señor puso en sus manos a Yoyaquim, rey de Judá, y parte de los objetos del Templo. Nabucodonosor los llevó a Sinar, al templo de su dios, y depositó los objetos en la cámara del tesoro de su dios.
3El rey ordenó a Aspenaz, capitán de sus guardias, traer a algunos israelitas de estirpe real y de familias nobles,
4jóvenes que no tuviesen ningún defecto físico, de buen parecer, instruidos en toda clase de sabiduría, prudentes e inteligentes, que fuesen aptos para vivir en el palacio real, y que se les enseñase la escritura y la lengua de los caldeos.
5El rey les asignó una ración diaria de la comida real y del vino que él bebía, para que fueran educados durante tres años y después estuvieran al servicio del rey.
6Entre ellos había algunos judíos: Daniel, Ananías, Misael y Azarías.
8Daniel se propuso en su corazón que no se iba a contaminar con la comida del rey ni con el vino que bebía, y pidió al capitán de los guardias no contaminarse.
9Dios concedió a Daniel gracia y misericordia ante el capitán de los guardias.
10El capitán de los guardias le dijo a Daniel:
—Tengo miedo a mi señor, el rey, que ha asignado vuestra comida y vuestra bebida, porque, si ve vuestros rostros más macilentos que los de los jóvenes de vuestra edad, ponéis en peligro mi cabeza delante del rey.
11Daniel le propuso al encargado que el capitán de los guardias había designado para Daniel, Ananías, Misael y Azarías:
12—Por favor, pon a prueba a tus siervos durante diez días y que nos den legumbres para comer y agua para beber.
13Que después examinen ante ti nuestro aspecto y el de los jóvenes que comen de la comida real, y según lo que veas actúa con tus siervos.
14Él les aceptó esta propuesta y los puso a prueba durante diez días.
15Al cabo de diez días ellos presentaban mejor aspecto y estaban más robustos que todos los jóvenes que comían la comida real.
16Entonces el encargado se llevaba la comida y el vino que habían de beber, y les daba legumbres.
17A aquellos cuatro jóvenes Dios les concedió inteligencia, comprensión de cualquier escritura y sabiduría; y Daniel entendía todas las visiones y sueños.
18Pasados los días que había fijado el rey para que se los presentaran, el capitán de los guardias los llevó ante Nabucodonosor.
19El rey habló con ellos y, de entre todos, no se encontró ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías, por lo que quedaron al servicio del rey.
20En cuantos asuntos de sabiduría e inteligencia les consultó el rey, los encontró diez veces superiores a todos los magos y adivinos que había en su reino.

Salmo Responsorial

Daniel 3:52-56

52—Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres,
digno de alabanza y ensalzado por los siglos. Bendito el santo Nombre de tu gloria, muy digno de alabanza y ensalzado por los siglos.
53Bendito eres en el Templo de tu santa gloria,
muy digno de alabanza y glorioso por los siglos.
54Bendito eres sobre el trono de tu reino:
muy digno de alabanza y ensalzado por los siglos.
55Bendito eres Tú, que sondeas los abismos sentado sobre querubines,
digno de alabanza y ensalzado por los siglos.
56Bendito eres en la bóveda del cielo,
digno de alabanza y glorioso por los siglos.

Evangelio

Lucas 21:1-4

1Al levantar la vista, vio a unos ricos que echaban sus ofrendas en el gazofilacio.
2Vio también a una viuda pobre que echaba allí dos monedas pequeñas,
3y dijo:
—En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos;
4pues todos estos han echado como ofrenda algo de lo que les sobra, ella, en cambio, en su necesidad ha echado todo lo que tenía para su sustento.
From the Franciscan Lectionary

Primera Lectura

Isaías 61:1-3

1El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido.
Me ha enviado para llevar la buena nueva a los pobres, a vendar los corazones rotos, anunciar la redención a los cautivos, y a los prisioneros la libertad;
2para anunciar el año de gracia del Señor,
el día de venganza de nuestro Dios; a consolar a los que hacen duelo,
3a restaurar a los que hacen duelo en Sión
dándoles diadema en vez de ceniza, óleo de gozo en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido. Y se les llamará: «Encinas de justicia», «plantación del Señor», para manifestar su gloria.

Salmo Responsorial

Salmo 40:2, 4, 7-11

2Esperaba confiadamente en el Señor;
Él se inclinó a mí y escuchó mi clamor.
4Ha puesto en mi boca un cántico nuevo,
una alabanza a nuestro Dios. Muchos, al verlo, temerán y esperarán en el Señor.
7No quisiste sacrificio ni ofrenda,
pero me abriste el oído. No pediste holocausto ni sacrificio de expiación;
8entonces dije: «Aquí estoy
—como está escrito acerca de mí en el Libro—
9para hacer tu voluntad, Dios mío».
Ése es mi querer, pues llevo tu Ley dentro de mí.
10He anunciado la justicia en la gran asamblea;
no he cerrado mis labios, Señor, Tú lo sabes bien.
11No he escondido tu justicia dentro de mi corazón;
he proclamado tu fidelidad y tu salvación, no he ocultado tu bondad y tu lealtad a la gran asamblea.

Evangelio

Mateo 5:13-16

13»Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa ¿con qué se salará? No vale más que para tirarla fuera y que la pisotee la gente.
14»Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en lo alto de un monte;
15ni se enciende una luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa.
16Alumbre así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos.