Misa Diaria y Lecturas

¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.

Lunes 2 de septiembre de 2024

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Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.

El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

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Día del Trabajo

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Primera Lectura

Génesis 2:4-9, 15

4Éstos fueron los orígenes del cielo y de la tierra al ser creados.
Cuando el Señor Dios hizo tierra y cielo,
5aún no había en la tierra ningún arbusto silvestre, y aún no había brotado ninguna hierba del campo —pues el Señor Dios no había hecho llover sobre la tierra ni había nadie que trabajara el suelo—,
6pero un manantial brotaba de la tierra y regaba toda la superficie del suelo.
7Entonces, el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, insufló en sus narices aliento de vida, y el hombre se convirtió en un ser vivo.
8El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado.
9El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles agradables a la vista y buenos para comer; y además, en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
15El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén para que lo trabajara y lo guardara;

Salmo Responsorial

Salmo 90:2-5, 12-14, 16

2Antes de que fueran engendrados los montes
y la tierra y el orbe fuesen formados, desde siempre y para siempre, Tú eres Dios.
3Al polvo haces volver al hombre,
diciendo: «Volved, hijos de Adán».
4Pues mil años a tus ojos
son como un día de ayer, que pasó, como una vigilia de la noche.
5Tú los arrastras, son un sueño al amanecer,
como hierba que brota:
12Enséñanos a llevar buena cuenta de nuestros días,
para que logremos un corazón sabio.
13¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo…?
Ten piedad con tus siervos.
14Sácianos de mañana con tu misericordia,
exultaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
16Que se muestre a tus siervos tu obra,
y a tus hijos tu majestad.

Evangelio

Mateo 6:31-34

31Así pues, no andéis preocupados diciendo: ¿qué vamos a comer, qué vamos a beber, con qué nos vamos a vestir?
32Por todas esas cosas se afanan los paganos. Bien sabe vuestro Padre celestial que de todo eso estáis necesitados.
33»Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se os añadirán.
34Por tanto, no os preocupéis por el mañana, porque el mañana traerá su propia preocupación. A cada día le basta su contrariedad.
Suggested Readings: Ferial Readings

Primera Lectura

1 Corintios 2:1-5

1Y yo, hermanos, cuando vine a vosotros, no vine a anunciaros el misterio de Dios con elocuencia o sabiduría sublimes,
2pues no me he preciado de saber otra cosa entre vosotros sino a Jesucristo, y a éste, crucificado.
3Y me he presentado ante vosotros débil, y con temor y mucho temblor,
4y mi mensaje y mi predicación no se han basado en palabras persuasivas de sabiduría, sino en la manifestación del Espíritu y del poder,
5para que vuestra fe no se fundamente en la sabiduría humana, sino en el poder de Dios.

Salmo Responsorial

Salmo 119:97-102

97(Mem) ¡Cuánto amo tu Ley, Señor!
Es mi meditación el día entero.
98Más sabio que mis enemigos me hace tu mandamiento,
porque siempre me acompaña.
99He llegado a ser más docto que todos mis maestros,
porque tus preceptos son mi meditación.
100Tengo más discernimiento que los ancianos,
porque guardo tus mandatos.
101Mis pies aparto de toda senda mala,
para observar tu palabra.
102No me he desviado de tus normas
porque Tú me has guiado.

Evangelio

Lucas 4:16-30

16Llegó a Nazaret, donde se había criado, y según su costumbre entró en la sinagoga el sábado y se levantó para leer.
17Entonces le entregaron el libro del profeta Isaías y, abriendo el libro, encontró el lugar donde estaba escrito:
18El Espíritu del Señor está sobre mí,
por lo cual me ha ungido para evangelizar a los pobres, me ha enviado para anunciar la redención a los cautivos y devolver la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos
19y para promulgar el año de gracia del Señor.
20Y enrollando el libro se lo devolvió al ministro y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él.
21Y comenzó a decirles:
—Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír.
22Todos daban testimonio en favor de él y se maravillaban de las palabras de gracia que procedían de su boca, y decían:
—¿No es éste el hijo de José?
23Entonces les dijo:
—Sin duda me aplicaréis aquel proverbio: «“Médico, cúrate a ti mismo”. Cuanto hemos oído que has hecho en Cafarnaún, hazlo también aquí en tu tierra».
24Y añadió:
—En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su tierra.
25Os digo de verdad que muchas viudas había en Israel en tiempos de Elías, cuando durante tres años y seis meses se cerró el cielo y hubo gran hambre por toda la tierra;
26y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.
27Muchos leprosos había también en Israel en tiempo del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue curado, más que Naamán el Sirio.
28Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira
29y se levantaron, le echaron fuera de la ciudad y lo llevaron hasta la cima del monte sobre el que estaba edificada su ciudad para despeñarle.
30Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó.