Misa Diaria y Lecturas
¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.
Lunes 9 de junio de 2025
* Escoja la fecha en el calendario para ver las lecturas | Acceso al calendario para personas invidentes
El video para esta fecha no está disponible; si es una fecha reciente, favor de intentar más tarde. Ver el video más reciente
También puede ver la Santa Misa diaria desde Madrid, España,
cortesía de Magnificat.tv
SIGUE LA MISA DIARIA
¡Recibe el eBook de la Guía para la Misa Global Televisada por correo electrónico y celebra la belleza universal de la Misa!
Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.
El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia (Memoria)
Week 10 – Ordinary Time
The readings are proper (Use photocopy)
Primera Lectura
Primera Opción
Segunda Opción
Génesis 3:9-15, 20
9El Señor Dios llamó al hombre y le dijo:
—¿Dónde estás?
—¿Dónde estás?
10Éste contestó:
—Oí tu voz en el jardín y tuve miedo porque estaba desnudo; por eso me oculté.
—Oí tu voz en el jardín y tuve miedo porque estaba desnudo; por eso me oculté.
11Dios le preguntó:
—¿Quién te ha indicado que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que te prohibí comer?
—¿Quién te ha indicado que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que te prohibí comer?
12El hombre contestó:
—La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí.
—La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí.
13Entonces el Señor Dios dijo a la mujer:
—¿Qué es lo que has hecho? La mujer respondió: —La serpiente me engañó y comí.
—¿Qué es lo que has hecho? La mujer respondió: —La serpiente me engañó y comí.
14El Señor Dios dijo a la serpiente:
—Por haber hecho eso, maldita seas entre todos los animales y todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre el vientre, y polvo comerás todos los días de tu vida.
—Por haber hecho eso, maldita seas entre todos los animales y todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre el vientre, y polvo comerás todos los días de tu vida.
15Pondré enemistad entre ti y la mujer,
entre tu linaje y el suyo; él te herirá en la cabeza, mientras tú le herirás en el talón.
entre tu linaje y el suyo; él te herirá en la cabeza, mientras tú le herirás en el talón.
20El hombre llamó a su mujer Eva, porque ella habría de ser la madre de todos los vivientes.
Hechos 1:12-14
12Entonces regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que está cerca de Jerusalén a la distancia de un camino permitido el sábado.
13Y cuando llegaron subieron al Cenáculo donde vivían Pedro, Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago de Alfeo y Simón el Zelotes, y Judas el de Santiago.
14Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y con María, la madre de Jesús, y sus hermanos.
Salmo Responsorial
Salmo 87:1-3, 5-7
1De los hijos de Coré. Salmo. Cántico.
En los montes santos están sus cimientos.
En los montes santos están sus cimientos.
2El Señor ama las puertas de Sión
más que todas las moradas de Jacob.
más que todas las moradas de Jacob.
3¡Grandezas se dicen de ti,
ciudad de Dios!
ciudad de Dios!
5Y de Sión se dirá:
«Éste hombre y aquél han nacido en ella». El propio Altísimo la erigió.
«Éste hombre y aquél han nacido en ella». El propio Altísimo la erigió.
6El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí».
«Éste ha nacido allí».
7Cantores y músicos entonarán:
«En ti están todas mis fuentes».
«En ti están todas mis fuentes».
Evangelio
Juan 19:25-34
25Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás, y María Magdalena.
26Jesús, viendo a su madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, le dijo a su madre:
—Mujer, aquí tienes a tu hijo.
—Mujer, aquí tienes a tu hijo.
27Después le dice al discípulo:
—Aquí tienes a tu madre. Y desde aquel momento el discípulo la recibió en su casa.
—Aquí tienes a tu madre. Y desde aquel momento el discípulo la recibió en su casa.
28Después de esto, como Jesús sabía que todo estaba ya consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo:
—Tengo sed.
—Tengo sed.
29Había por allí un vaso lleno de vinagre. Sujetaron una esponja empapada en el vinagre a una caña de hisopo y se la acercaron a la boca.
30Jesús, cuando probó el vinagre, dijo:
—Todo está consumado. E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
—Todo está consumado. E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
31Como era la Parasceve, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, los judíos rogaron a Pilato que les rompieran las piernas y los retirasen.
32Vinieron los soldados y rompieron las piernas al primero y al otro que había sido crucificado con él.
33Pero cuando llegaron a Jesús, al verle ya muerto, no le quebraron las piernas,
34sino que uno de los soldados le abrió el costado con la lanza. Y al instante brotó sangre y agua.