Misa Diaria y Lecturas
¿No puede asistir a la Santa Misa? EWTN le ofrece las lecturas del día para permitirle seguir la Misa diaria en su transmisión por televisión. Las lecturas también son ideales para hallar tiempo durante el día para la reflexión espiritual. Escuche, vea o lea desde la comodidad de su hogar. Esta página incluye las lecturas del día y videos en línea, un recurso para todo el que desee vivir la vida de fe que agrada a nuestro Señor.
Miércoles 1 de octubre de 2025
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Con textos en español y latín, la Guía para la Misa Global Televisada te guía a lo largo de la Misa diaria que ofrecemos en EWTN.
El Padre Joseph Mary Wolfe dice: «Hemos integrado este pequeño cuadernillo para ti, para ayudarte a unirte a la Iglesia Universal en todo el mundo a cantar las alabanzas del Señor mientras rezamos y cantamos juntos, unidos en el Sagrado Sacrificio de la Misa por EWTN».

Santa Teresita del Niño Jesús, Virgen, Doctora de la Iglesia (Memoria)
Primera Opción
Segunda Opción
Primera Lectura
Nehemías 2:1-8
1El mes de Nisán del año veinte del rey Artajerjes estaba yo escanciando y sirviendo al rey el vino que tenía delante. Y aunque no me encontraba indispuesto en su presencia,
2el rey me dijo:
—¿Por qué tienes mala cara, si no estás enfermo? Esto no es sino tristeza del corazón. Con mucho miedo
—¿Por qué tienes mala cara, si no estás enfermo? Esto no es sino tristeza del corazón. Con mucho miedo
3le respondí:
—Oh rey, ¡vive por siempre! ¿Cómo no va a estar triste mi rostro si la ciudad en la que están los sepulcros de mis padres está destruida y el fuego ha consumido sus puertas?
—Oh rey, ¡vive por siempre! ¿Cómo no va a estar triste mi rostro si la ciudad en la que están los sepulcros de mis padres está destruida y el fuego ha consumido sus puertas?
4El rey me contestó:
—¿Qué me pides? Me encomendé al Dios de los cielos
—¿Qué me pides? Me encomendé al Dios de los cielos
5y le respondí:
—Si al rey le parece bien y su siervo es de su agrado, que me envíe a Judá, a la ciudad en la que están los sepulcros de mis padres, para que la reconstruya.
—Si al rey le parece bien y su siervo es de su agrado, que me envíe a Judá, a la ciudad en la que están los sepulcros de mis padres, para que la reconstruya.
6El rey, que tenía a la reina sentada a su lado, me preguntó:
—¿Cuanto tiempo durará tu viaje, y cuándo regresarás? Al rey le pareció bien que me marchara durante el tiempo que yo le indiqué.
—¿Cuanto tiempo durará tu viaje, y cuándo regresarás? Al rey le pareció bien que me marchara durante el tiempo que yo le indiqué.
7Aún le insistí:
—Si le parece bien al rey, que me entregue unas cartas para que los gobernadores del otro lado del río me dejen paso libre hasta llegar a Judá,
—Si le parece bien al rey, que me entregue unas cartas para que los gobernadores del otro lado del río me dejen paso libre hasta llegar a Judá,
8y otra para que Asaf, el guarda del jardín del rey, me proporcione madera para fabricar las puertas de la ciudadela del Templo, de las murallas de la ciudad, y de la casa en la que habite.
El rey me las entregó porque la mano de mi Dios estaba conmigo.
El rey me las entregó porque la mano de mi Dios estaba conmigo.
Salmo Responsorial
Salmo 137:1-6
1Junto a los ríos de Babilonia,
allí nos sentábamos y llorábamos, acordándonos de Sión.
allí nos sentábamos y llorábamos, acordándonos de Sión.
2En los sauces, en medio de ella,
colgábamos nuestras cítaras.
colgábamos nuestras cítaras.
3Allí, los que nos deportaron nos pedían cantares,
nuestros opresores, diversión: «Cantadnos canciones de Sión».
nuestros opresores, diversión: «Cantadnos canciones de Sión».
4¿Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extraña?
en tierra extraña?
5Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se paralice mi diestra;
que se paralice mi diestra;
6que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti, si no pongo a Jerusalén en el colmo de mi gozo.
si no me acuerdo de ti, si no pongo a Jerusalén en el colmo de mi gozo.
Evangelio
Lucas 9:57-62
57Mientras iban de camino, uno le dijo:
—Te seguiré adonde vayas.
—Te seguiré adonde vayas.
58Jesús le dijo:
—Las zorras tienen sus guaridas y los pájaros del cielo sus nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.
—Las zorras tienen sus guaridas y los pájaros del cielo sus nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.
59A otro le dijo:
—Sígueme. Pero éste contestó: —Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre.
—Sígueme. Pero éste contestó: —Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre.
60—Deja a los muertos enterrar a sus muertos —le respondió Jesús—; tú vete a anunciar el Reino de Dios.
61Y otro dijo:
—Te seguiré, Señor, pero primero permíteme despedirme de los de mi casa.
—Te seguiré, Señor, pero primero permíteme despedirme de los de mi casa.
62Jesús le dijo:
—Nadie que pone su mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.
—Nadie que pone su mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.
Primera Lectura
Isaías 66:10-14
10¡Alegraos con Jerusalén y regocijaos por ella
cuantos la amáis; exultad de gozo con ella cuantos le hacíais duelo!
cuantos la amáis; exultad de gozo con ella cuantos le hacíais duelo!
11Pues os amamantaréis hasta saciaros
del pecho de sus consuelos, beberéis hasta deleitaros de la ubre de su gloria.
del pecho de sus consuelos, beberéis hasta deleitaros de la ubre de su gloria.
12Porque esto dice el Señor:
«Mirad: Yo hago discurrir hacia ella, como un río, la paz, y, como un torrente desbordado, la gloria de las naciones. Os amamantaréis, seréis llevados en brazos, y acariciados sobre las rodillas.
«Mirad: Yo hago discurrir hacia ella, como un río, la paz, y, como un torrente desbordado, la gloria de las naciones. Os amamantaréis, seréis llevados en brazos, y acariciados sobre las rodillas.
13Como alguien a quien su madre consuela,
así Yo os consolaré, y en Jerusalén seréis consolados.
así Yo os consolaré, y en Jerusalén seréis consolados.
14Lo veréis y se alegrará vuestro corazón,
y vuestros huesos florecerán como la hierba. La mano del Señor se manifestará a sus siervos, y su furor, a sus enemigos».
y vuestros huesos florecerán como la hierba. La mano del Señor se manifestará a sus siervos, y su furor, a sus enemigos».
Salmo Responsorial
Salmo 131:1-3
1Canto de las subidas. De David.
Señor, mi corazón no se ha engreído, ni mis ojos se han alzado altivos. No he marchado en pos de grandezas, ni de portentos que me exceden.
Señor, mi corazón no se ha engreído, ni mis ojos se han alzado altivos. No he marchado en pos de grandezas, ni de portentos que me exceden.
2He moderado y acallado mi alma
como un niño en el regazo de su madre. Como niño satisfecho está mi alma.
como un niño en el regazo de su madre. Como niño satisfecho está mi alma.
3¡Espera, Israel, en el Señor,
desde ahora y para siempre!
desde ahora y para siempre!
Evangelio
Mateo 18:1-4
1En aquella ocasión se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
—¿Quién es pues el mayor en el Reino de los Cielos?
—¿Quién es pues el mayor en el Reino de los Cielos?
2Entonces llamó a un niño, lo puso en medio de ellos
3y dijo:
—En verdad os digo: si no os convertís y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.
—En verdad os digo: si no os convertís y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.
4Pues todo el que se humille como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos;