Al Comité internacional católico-judío de coordinación
DISCURSO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
AL COMITÉ INTERNACIONAL CATÓLICO-JUDÍO DE COORDINACIÓNJueves 26 de marzo de 1998
Queridos amigos:
Me complace dar la bienvenida a los miembros del Comité internacional católico-judío de coordinación, reunidos en Roma con ocasión de vuestro decimosexto encuentro. Vuestro Comité ha contribuido en gran medida a mejorar las relaciones entre nuestras dos comunidades, fomentando la reflexión teológica y el diálogo sobre significativas cuestiones religiosas y sociales. La Declaración conjunta publicada como fruto de vuestra última asamblea mostró importantes convergencias en la comprensión católica y judía de la familia, fundamento de la sociedad. Habéis estudiado la visión bíblica de la creación de Dios, con sus consecuencias para el reconocimiento de la dignidad de la persona humana y de nuestra responsabilidad con respecto al medio ambiente.
El progreso que ya habéis logrado pone de manifiesto que gracias a la continuación del diálogo entre judíos y cató- licos se han cumplido con creces las expectativas. Pero vuestra obra es también un gran signo de esperanza para un mundo marcado por conflictos y divisiones, fomentados muy a menudo en nombre de intereses económicos o políticos. Un compromiso de auténtico diálogo, enraizado en un amor sincero a la verdad y en una apertura a todos los miembros de la familia humana, sigue siendo el camino primero e indispensable hacia la reconciliación y la paz, que el mundo necesita. Cuando los creyentes miran los acontecimientos con la convicción de que todas las cosas están gobernadas en última instancia por la divina Providencia, seguramente se acercan más a esa armonía bendita que el salmista compara con el ungüento fino derramado sobre la cabeza de Aarón, o con el rocío que desciende de las alturas de Sión (cf. Sal 133, 2-3).
Queridos amigos, que vuestro actual encuentro descubra caminos cada vez más efectivos para dar a conocer y hacer apreciar tanto a católicos como a judíos el significativo progreso en la comprensión mutua y en la cooperación que ha tenido lugar entre nuestras dos comunidades. Sobre vosotros y vuestra importante obra invoco cordialmente abundantes bendiciones divinas.
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