Regina coeli del domingo 29 de abril de 1984
JUAN PABLO II
REGINA COELI
Domingo 29 de abril de 1984
1. "Este es el día en que actuó el Señor: / sea nuestra alegría y nuestro gozo" (Sal 117/118, 24).
"Haec dies, quam fecit Dominus / exultemus et laetemur in ea".
¡Alégrate sobre todo Tú: Madre!
¡Tú que estuviste en el Calvario al pie de la cruz! ¡Alégrate hoy porque eres Madre del Resucitado! Regina coeli, laetare.
Hoy queremos compartir contigola alegría de los Apóstoles reunidos en el Cenáculo, y especialmente la alegría de Tomás que, superado un primer momento de incredulidad confiesa su fe en el Resucitado ¡Señor mío y Dios mío! (Jn 20, 28).
A ejemplo de los Apóstoles, toda la Iglesia repite también hoy esta profesión de fe. Y toda la Iglesia, por medio de tu Corazón Inmaculado, oh Madre del Resucitado, no cesa de dar gracias a Dios por el Jubileo del Año de la Redención, que hemos vivido en Roma y en todo el mundo.
2. Os invito a rezar para que, precisamente en este clima espiritual de alegría pascual, el Obispo de Roma pueda realizar la visita apostólica a Extremo Oriente.
Como ya sabréis, del 2 al 12 del próximo mes de mayo, visitaré, si Dios quiere, las comunidades cristianas de Corea, que celebra el bicentenario de su evangelización, de Papua Nueva Guinea, de las Islas Salomón y de Tailandia. Se trata de un viaje pastoral y misionero que me permitirá reavivar personalmente la solicitud que, como Pastor de la Iglesia universal, tengo el deber de llevar a esas poblaciones.
Se trata de Iglesias jóvenes, particularmente entrañables a mi corazón, porque son ricas de promesas, de esperanzas y de fermentos evangélicos. Roguemos al Señor para que haga fecundo en frutos espirituales este viaje, encienda en los corazones el afán misionero y acelere la venida de su reino a aquellos hermanos que todavía no lo conocen.
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