Ángelus del domingo 28 de septiembre de 1980
JUAN PABLO II
ÁNGELUS
Domingo 28 de septiembre de 1980
Y ahora dirijo un saludo jubiloso y cordial a los campistas, que se han reunido en esta plaza abierta a los caminos del mundo, para clausurar los actos conmemorativos del XXX aniversario de la Federación italiana de Camping, enderezada ―como es sabido― a impulsar programas de turismo deportivo y social.
Queridísimos: Vuestro propósito principal es el de conseguir un ambiente de solidaridad fraterna y un contacto inmediato y contemplativo con las bellezas de la creación. Ahondad en esa relación de admiración silenciosa y escuchad la voz persuasiva de la naturaleza, para celebrar las maravillas del Señor. Hago mío para vosotros el augurio del Profeta Isaías: "Sí, partiréis con regocijo y caminaréis en paz. Montes y collados os aclamarán" (Is 55, 12). Que vuestra actividad turística dé a vuestro espíritu, solaz y serenidad sobre todo. A vosotros y vuestras familias, mi bendición afectuosa.
Una palabra ahora a las religiosas que participan en el congreso nacional de animación misionera, organizado por la Unión de Superioras Mayores de Italia.
Hijas queridísimas: Os expreso mi complacencia por el interés que habéis mostrado en profundizar el conocimiento de la dimensión misionera de la Iglesia, tratando de estudiar las implicaciones teóricas y señalar las consecuencias concretas en el orden práctico. Espero que cuanto habéis aprendido en este encuentro os estimule a prestar a vuestras congregaciones respectivas una aportación eficaz para renovar el compromiso de oración, entrega y sacrificio.
Os acompañe mi bendición.
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