HERMANOS MENORES CAPUCHINOS

"Al responder a nuestra vocación franciscano-capuchina, nos 
convertimos ante la sociedad en testimonio vivo de la vida tanto presente como eterna de Cristo, seguimos al mismo Cristo pobre y humilde 
y proclamamos por   doquier su mensaje a los hombres, sobre todo 
a los pobres." (Constituciones Capuchinas de 1990: 14, 4) .

Hace casi 800 años el joven Francisco estaba orando delante de un crucifijo en la Iglesia de San Damián. Le pedía a Dios orientación en su vida para que pudiera responder a su amor por El. Del crucifijo, Francisco de Asís oyó una voz que le decía: "Francisco, repara mi Iglesia que se está cayendo." Francisco respondió a esa llamada viviendo el Evangelio a la letra e imitando al Cristo pobre. Otros jóvenes vieron que Francisco era un hombre de Dios, y también quisieron seguir al Señor de la misma manera. Se juntaron con Francisco y así comenzó la Orden de Hermanos Menores.

Los Franciscanos Capuchinos son hermanos, sacerdotes o no, que han decidido seguir al "Cristo pobre" como lo siguió su fundador y padre San Francisco de Asís. Inspirados por la Buena Nueva (el Evangelio), los hermanos se esfuerzan principalmente por encontrar a Jesucristo de una manera personal e íntima en una vida de oración, y buscan cómo compartir ese amor de Cristo con todos los hombres.

San Francisco estableció una regla de vida para sí mismo y para sus hermanos. Con el tiempo, un grupo de los hermanos quiso seguir esa regla más estrictamente, programando la vida con oración y trabajo y profesando una pobreza rigurosa. Estos fueron los principios de la reforma que se inició en el año 1528, dando origen a los Capuchinos como una rama de la Orden Franciscana. El nombre "Capuchino" se lo dieron los niños italianos, que comenzaron a llamarlos "cappuccini" por la capucha que tenían en el hábito.

Formación Religiosa
Los Franciscanos Capuchinos generalmente empiezan su formación como hermanos con un programa especial que se llama el POSTULANTADO. Durante el curso del postulantado se le da al candidato la oportunidad de conocer prácticamente la forma de vida de los hermanos.

Acabando el postulantado, si el candidato quiere probar nuestra vida con más profundidad, pasa a experimentar intensamente el programa del NOVICIADO. Durante este año especial, el novicio vive la vida de los hermanos, y al mismo tiempo aprende más de la historia franciscana, de la vida espiritual y de las costumbres de nuestra vida y nuestros ministerios.

Después del noviciado, los hermanos hacen los votos temporales por tres años y pasan un año de apostolado. Los candidatos para el sacerdocio siguen programas académicos y pastorales que los preparan para la ordenación sacerdotal.

Misión
Los hermanos Capuchinos difunden la Buena Nueva del Señor de varias maneras. Donde quiera que haya necesidad, ellos tratan de responder. Como parte de la tradición y herencia franciscana, nuestros ministerios son muy variados, respondiendo a las necesidades de parroquias o escuelas, a las necesidades de nuestros propios conventos, al servicio en hospitales y casas de retiros, y extendiendo el radio de acción sirviendo en otros continentes como misioneros. Dado que el desafío de la justicia y de la paz toca el corazón mismo del Evangelio, este compromiso ha llegado a ser también una de las preocupaciones de la fraternidad capuchina. Al igual que para Francisco, el Cristo pobre y su Iglesia ocupan un lugar especial para el capuchino. Por medio de nuestra vida y ejemplo esperamos demostrar a todos que Jesucristo vive y actúa en el mundo de hoy.

Los Capuchinos Hoy
Actualmente hay más de 11.100 Franciscanos Capuchinos en el mundo entero y de estos unos 1.000 en América del Norte, viviendo el Evangelio según la enseñanza de Jesucristo y la experiencia de San Francisco de Asís. Vestidos de hábito de color castaño, con una cuerda blanca y sandalias, nos esforzamos por ser imágines auténticas de Jesús, viviendo la regla de vida que nos dejó San Francisco.

Si tú tienes interés por la vida religiosa o te sientes llamado por Cristo a vivir la vida religiosa como uno de estos hermanos, te invitamos a conocer la vida Franciscana Capuchina. Por medio de la convivencia en comunidades adecuadas y haciendo los votos de pobreza, castidad y obediencia, los hermanos capuchinos logran responder a la llamada de Jesucristo como testigos auténticos suyos en medio del mundo, que tiene hoy tanta necesidad del mensaje del Evangelio.